Hacéte
tonadillera
A. Greco
Anoche el maestro Frido
me estuvo batiendo el justo
me dijo que tenés gusto
para cantar el estilo
que sintió como el camino
una noche de verbena
y que le causa gran pena
que vos no tenés edad
y china cuando cantás
tenés una gran ensena (sic).
Y de que él se compromete
en menos de una semana
prepararte tira linda
pero muy de la banana
te enseña cuatro notas
dos estilos y tres gambas.
Y pa ser tonadillera
hay que tener buenas gambas.
Y pa ser tonadillera
hay que tener buenas gambas.
No canta la linda Thelma,
Raquel Méndez, la Zazá
y estas son tonadilleras
que se han hecho tiempo atrás.
Te hacés hacer los afiches,
buenos retrato y cliché
y no faltará mishé
que palme todo ese gasto
y que te hagan debutar
en un tiatro del abasto.
No diga si no viejita
que lo pasaremos bien,
que tendremos un cotorro
alumbrado a querosén
así que desde mañana
debes d' irte pa'l ensayo;
verás como hacemos vento
en menos que cante un gallo.
Verás como hacemos vento
en menos que cante un gallo.
Hasta
besarla llegué
J. Razzano y C. Gardel
Vagando
en umbra dormía
en que amor
con diferentes calores
obsequiaban la porfía.
Una rosa allí encontré
cuya meta está en el canto
que altivo mi ausencia en tanto
y hasta besarla llegué.
que altivo mi esencia en tanto
que hasta besarla llegué.
Me pareció ver las flores
que se arrumaban el prado
la de mi arma
y de más lindos colores
su aroma aquel que aspirar
y despiden deliciosos
malevo vil y afanoso
un vil gusano guardar.
Malevo vil y afanoso
un vil gusano guardar.
Le engañado
y en mi queda desgarrado
que al mirarla tan hermosa
un vil gusano guardaba.
Y así hay mujeres que solo
para hallar del mundo hermoso
y que esconden cual la rosa
veneno en el corazón.
Y que esconden cual la rosa
veneno el corazón.
Hay
una virgen
M. Flores y M. Pardo
Hay
una virgen de alma cariñosa,
tan tiernamente al corazón unida,
que separar mi vida de su vida ...
fuera lo mismo que romper las dos.
Hay un semblante pálido y hermoso,
que siempre miro porque está en mi alma.
y que en la noche de la dulce calma,
vela con mi ángel, cuando duermo yo.
Hay un cabello derramado en rizo
que él protege mi mano cariñosa,
una cabeza lánguida y hermosa,
que dulcemente desmayando va.
Hay un seno de amor tibio y tranquilo
donde reclino, pálida, mi frente,
cuando la copa del dolor ardiente
el alma mártir apurando va.
Hay unos ojos negros dormidos
a la sombra ideal de las pestañas
cuya mirada celestial empaña
la pureza dulcísima de amor.
Ojos que buscan en los ojos míos
en el idioma, del alma, silenciosos
ojos dichosos si me ven dichosos;
ojos que lloran si me ven llorar.
Heroico
Paysandú
G. Ezeiza
Heroico
Paysandú yo te saludo
hermano de la patria en que nací
tus triunfos y tus glorias ofrecerte
te canto de mi patria como aquí
yo guardo este recuerdo de mi patria
pegado en una brisa tu canción
el hijo del temblor de tu saliente
tu más grande y sublime inspiración
hermanos en las luchas y en las glorias
la mina de quien amo y su candor
con ecos nacionales de la historia
queriendo proclamarme vencedor
Heroico Paysandú yo te saludo
la troya y gloria americana por tener
saludo a este pueblo de valientes
y juro de los bravos treinta y tres
Heroico Paysandú yo te saludo
hermano de la patria en que nací
tus triunfos y tus glorias ofrecerte
te canto de mi patria como aquí.
Hollín
A Canale y J. M. Rizutti
El
hombre a quien amaba con gran pasión,
que nunca le hubo comprendido,
se fue riendo de la pena y amor,
y Hollín, la pobre mujer
que siempre piensa en él
lo llora en sueño y lo ve en su dolor,
de vuelta al nido del querer,
que antes él dejó, siguiendo a una flor
ya marchita del placer.
¡Ay!
Hollín, le cantaba entre la rosa,
anhelo estar a tu lado siempre así
y entre abrazos y frases muy hermosas,
daba su alma y vida juvenil;
¡Ay! Hollín, suspiraba entre las rosas
ella no se irá de mi lado nunca más;
viviremos juntitos muy felices,
porque yo nunca te podré olvidar.
Cenizas
quedan de aquel sincero amor,
virtud que el malo ha despreciado,
y es tanto lo que sufre su corazón
que bien quisiera poder
olvidar su pasión;
si alguna vez el retornara por allí,
cansada le ha de repetir
que de los ardientes amores
no quedan llamas;
fue tan sólo un pobre hollín.
Hopa!...
Hopa!... Hopa!...
J. A. Trelles y R. Fugazot
Casi
anocheciendo, cerquita e mi rancho
cuando con mis penas conversaba a solas,
sentí ayer ruidaje como de pezuñas
y el grito campero de Hopa!... Hopa!... Hopa!...
Salí,
y en lo oscuro vide uno de poncho,
yebando a los tientos lazo y boleadoras,
que al tranco espacioso de un matungo zaino
arriaba animales que parecían sombras.
"Párese
aparcero, párese y disculpe
-le dije-Que bichos yeba en esa tropa?"
"Voy pa la tablada de los gauchos zonzos,
a venderles miles de esperanzas gordas".
"Si
el mercao promete, y engolosinao
güelve po'estos pagos en procura de otras,
no olvide que tengo mis potreros yenos,
y que hasta e regalo se las cedo todas..."
Sonriose
el tropero, que era el Desengaño;
taloneó el matungo derecho a las sombras,
y aun trai a mis oídos el viento e la noche
su grito campero de hopa!... hopa!... hopa!...
Il
píccolo navío
J.A. Caruso y L. Riccardi
Era
una volta un píccolo navío
que non podeva, non podeva navegar...
Así
cantaba,
a golpe de martillo,
un fuerte obrero,
sin dejar de suspirar;
y mientras trabajaba,
su semblante reflejaba
que sufría
el más profundo dolor,
que a su pesar
no podía olvidar
a la mujer
ingrata que aún amaba.
Tuvo
amor a una mujer
y le dio su corazón,
y ella no supo corresponder,
como debía ser, a esa pasión;
frágil fue con él la infiel,
como un barco de papel;
del viaje la infeliz
lo abandonó, él cantaba así:
Era
una volta, un píccolo navío
que non podeva, non podeva navegar...
Y
pretendió
salir al mar bravío,
desdeñando el dulce puerto del hogar,
y un buen día,
engañada mar afuera,
por la corriente arrastrada,
fue por otro timonel
que pronto se cansó,
y a la pobre dejó
perdida en medio de la marejada.
En
las aguas del placer
ella quiso navegar
y cual un barquito de papel
la pobre no tardó en naufragar;
y por eso, sin cesar,
él cantaba su dolor
porque no podía olvidar
a la que fue su gran pasión.
Íntimas
R. L. Brignolo y A. Lacueva
Hace
tiempo que te noto que estás triste,
mujercita juguetona, pizpireta:
has cambiado, ya no eres tan coqueta
cual las flores primorosas de un altar...
¿Qué te pasa? ¿Desengaños que has sufrido?
¿Las espinas de una rosa te han herido?
¿O el amor que un ingrato que ha fingido?
¿O un vacío imposible de llenar?
Yo
también vivo triste desde un día
en que cosas de la vida me pasaron
y un surco de recuerdos me dejaron
y un dolor imposible de ocultar...
Yo te amaba y me amabas tiernamente
mas las fuerzas del destino se opusieron
y desde entonces nuestras almas tuvieron
un vacío imposible de llenar.
¡Tus
encantos, tus sonrisas tan amables!...
¡El perfume que exhalaban tus violetas!...
¡Y tus bucles y tus ojos, que princesas
anhelantes te quisieran imitar!
Mas la vida tiene abismos insondables...
Hay caminos del destino intransitables...
Hay recuerdos de amor inolvidables...
¡Y hay vacíos imposibles de llenar!
Isla
de Flores
R. Machado y A. C. Senez
Isla
de Flores, tan angostita,
mi callecita costa del mar
en tus casuchas nacieron todos
los más coperos del arrabal
y cuantas noches a mis oídos
llegaron ruidos del guitarrear
y en las heridas del conventillo
me hicieron taura para tanguear.
Calle,
de mis primeros principios
fuiste donde comencé a topar
Calle, por ti me hice milonguero,
me embriagué con tu bullicio
y el tango ha sido mi vicio
en mi vida de arrabal.
Y
aunque he sufrido en esta ausencia
las consecuencias de un berretín
por ti he perdido a mi viejecita,
mis 20 abriles, todo perdí,
y los recuerdos aun no han borrado
mi cruel tormento, mi horrible mal,
yo te perdono, nada reprocho
mi callecita, costa del mar.
Calle…,
de mis primeros principios
fuiste donde comencé a topar
Calle…, por ti me hice milonguero,
me embriagué con tu bullicio
y el tango ha sido mi vicio
en mi vida de arrabal.
Je
te dirai - Yo te diré
E. y K. Gregor
Depuis
bien longtemps,
je souffre de t'attendre sans espoir.
Le souvenir rôde
de l'étreinte chaude
de nos premiers soirs.
Lorsque
tu reviendras chercher, près de moi,
le parfum tendre de nos premiers émois,
je te dirai les deux mots d'adieu,
les deux mots: "Je t'aime";
ils me diront ton retour vers moi,
tout nouveau baptême.
Tu me diras combien ton exil fut triste,
je te dirai combien mon coeur te pleura;
tu fermeras tes yeux d'améthyste
pour mieux goûter, entre mes bras,
les mots que je dirai quand tu reviendras.
Puis,
des jours viendront,
jours tristes traînant leur monotonie,
et nos corps lassés
fuiront le passé
et sa poésie.
Lorsque
tu partiras chercher, loin de moi,
le parfum trouble de plus aînés émois,
je te dirai tout bas les deux mots
éternels: "Je t'aime"
et tu les emporteras comme un
souvenir suprême.
Tu t'en iras sans un mot d'adieu, hautaine;
sans un regret, sans larmes tu t'en iras.
Je chercherai, pour crier ma peine
les mots murmurés dans tes bras,
les mots que je te dirai quand tu t'en iras.
Yo
te diré
E.
y K. Gregor
(Traducido por Sara Bonavetti)
Desde hace mucho tiempo
Sufro por aguardar sin esperanza.
El recuerdo da vueltas
Del abrazo caliente
De nuestras primeras noches.
Cuando tu vuelvas a buscar, cerca de mí,
Las dos palabras: “Yo te amo”;
Ellos me dirán tu retorno hacia mí,
Tu nuevo bautismo.
Tú me dirás cómo ha sido triste tu exilio,
Yo te diré de que modo mi corazón lloró,
Tú cerrarás tus ojos de amatista
Para gozar mejor, entre mis brazos,
Las palabras que te diré cuando vuelvas.
Luego, los días vendrán,
Días tristes trayendo su monotonía,
Y nuestros cuerpos alejados
Harán el pasado
Y su poesía.
Cuando
tu partas a buscar, lejos de mí,
El perfume turbio de las grandes emociones,
Yo te diré por lo bajo, las dos palabras
Eternas: “Yo te amo”
Y tú las llevarás cómo un
Recuerdo supremo.
Tú te irás sin una palabra de adiós, altanera;
Sin una pena, sin lágrimas tú te irás.
Yo buscaré, para aumentar mi pena
Las palabras murmuradas, en tus brazos,
Las palabras que yo te diré cuando tú te vayas.
Juguete
de placer
J. González Castillo y C. Castillo
La
llamaban muñequita
porque en sus ojos de cielo
y en el oro de su pelo, nada había de mujer.
Y porque en toda su linda
personita pizpireta,
pobrecita, tan frágil coqueta,
era una muñequita, juguete de placer.
Linda
muñequita de seda,
nacida para alhaja de vidriera,
nunca sospechó que la vida
su juego de placer también olvida.
Y vistió la esperanza
y se lanzó al torbellino,
tal vez confiada al destino
de su interior de aserrín.
Pero
llegó la hora
que de jugar cansada,
muñequita abandonada
la dejó su ilusión.
Y como un pobre juguete roto,
cuando su pecho se abrió a la cuita,
se supo entonces que muñequita
también tenía su corazón.
Juventud
R. Barboza y J. Baüer
Carnaval
que tu risa burlona
nos invade dominios del alma,
el que ríe te abre sus brazos,
al que sufre le robas la calma...
Tu locura, tu cruel, ironía,
dejan huellas después que tú pasas,
y conviertes dichosos en tristes
a esos pobres ya nadie los salva.
Carnaval,
carnaval que inconsciente,
atropellas con tu bufonada,
yo soy joven, te espero de frente,
dile a momo, que saque su espada...
Nada temo a tus burlas hirientes
tu sarcástica mueca me encanta,
te provoco... conmigo no puedes
yo soy joven y nada me espanta.
Por
ahora te guardo radiante,
y festejo con gusto tus farsas,
embriagando mi espíritu noble
con el ruido de alegres comparsas...
Más yo sé que pasados tres lustros,
volverás a iniciar el combate;
con los viejos te abusas, cobarde:
ya no pido ni quiero rescate...
Hágame
el favor
J. Rial
Pa
que andas tallando que te tengo miedo,
que me faltan fuerzas para corajear,
podrá ser manía, pero yo no creo,
a mi me parece que no estoy tan mal.
Pa que voy a quitarte lo que se fue solo,
pa que andar lanceando cosas de mujer,
andaba rabiando por otro chingolo
le gustó otro asunto agarró y se fue.
Que
querés que hiciera? que con arrebatos
soltara rugidos de desesperado,
si yo nunca tuve impulsos de guapo
Que querés que le haga? si nací cansao.
Por
esas razones me verás sereno,
porque francamente no le doy valor,
si yo no acostumbro a morder el freno
por una pollera, Hágame el favor!
Yo ya pertenezco a la clase nueva
y por amor propio vivo a lo sultán
siempre tengo varias como de reserva
pa cubrir la falta de las que se van.
Haragán
M. Romero, J. L. Bayón Herrera y E. Delfino
La
pucha que sos reo
y enemigo de yugarla,
la esquema se te frunce
si tenes que laburarla.
Del orre batallón
vos sos el capitán,
vos crees que naciste
pa' ser un sultán.
Te gusta meditarla
panza arriba en la catrera
y oír las campanadas
del relo' de Balvanera.
Salí de tu letargo,
ganate tu pan,
si no yo te largo,
sos muy haragán!
Haragán,
si encontras el inventor
del laburo lo fajas!
Haragán,
si seguís en ese tren
yo te amuro!
Grandulón!
Prototipo de atorrante robusto,
despertá si dormido estas,
pedazo de haragán.
El
día del casorio
dijo el tipo e'la sotana:
"El coso debe siempre
mantener a su fulana",
y vos que interpretas
las cosas al revés,
que yo te mantenga
es lo que queres.
Al campo a cachar giles,
qu'el amor no da pa tanto,
a ver si se entrevera
porque yo ya no lo aguanto.
Si en tren de cara rota
pensas continuar
"Primero de Mayo"
te van a llamar!
Hasta
que ardan los candiles
D. Novillo Quiroga y F. Pracánico
Tira
este asao al asador
los problemas y pasteles acuitadas
chupe granel de lo mejor
y pa bailar vigüela y acordión.
Va cayendo el pozate
montao y de a pie
y los viejos vichocos cuartean pa ver.
Ya esta armada la milonga ,
la guitarra se florea
y bolea el acordión;
y hacen yuntas las parejas
y ahí grita un viejo mirón:
"!aprovechate gaviota...
que al cabo de este fandango
ya no te hace ver en otra, jo...jo¡
Se ha entreverao de sopetón
medio boleao un tanque la especiala
y es cosa'e ver con que tesón
lo garronea un cuzco toreador
iba errando ponchazos
el tape mamao
y alborotan las hembras a desagerar .
!Ja, ja...¡
y ya anda corriendo el chisme,
que si engorda la mitaya
y ajusta el matinee
que si la gente ya charla.
!Jue pucha los mal hablados
cuando una mocita es seria¡
despechao pa la calunia
nunca falta un buey corneta ,
¡canejo!
Esto es fiestón y lo demás
es charamusca y puro chaucharío .
que no se vio por otro lao
un vocerío ansí de alborotao.
Aunque a entrao ya la luna
y asoma ahura el sol,
mientras ardan candiles, habrá milongón .
Hola
señorita
A. de Bassi, A. Weisbach y R. Doblas
Ayer
en el tranvía he encontrado a Margot,
quedamos en hablarnos, su número me dio
pero ya lo he olvidado, que cabeza !, huy Dios…
Voy a ver si consigo hablar con mi amor…
Hola,
señorita, me quiere comunicar…..
hola, he perdido el número…
hola, no puedo hablar…
Si fuese usted más buenita, me lo ayudaría a buscar.
Margot es rubia, quiere muchos más datos, no puedo dar…
No
puedo resignarme a perder la ocasión
de hablar de cosas lindas, a solas con mi amor
y si pienso en el beso que ayer tarde me dio
yo me prendo al tubo hasta hablar con mi amor.
Hola,
señorita, me quiere comunicar…..
hola, he perdido el número…
hola, no puedo hablar…
Si fuese usted más buenita, me lo ayudaría a buscar.
Margot es rubia, quiere muchos más datos, no puedo dar…
Honolulu
J. Caruso y N. Golstein
!Vida
mía,
vamonos
a la isla del amor¡
Haremos surcando
mi nido de amor.
!Viviremos,
solos, muy solos los dos¡
Ven da cuenta que allí encontraremos
y nos vamos a Honolulu.
Nuestro amor será tan puro
como el sereno cielo azul.
Allí haremos debajo la cueva
un ranchito de caña y bambú.
y al de ser (sic) nuestro edén
ya reinaremos tú y yo
El perfume de las flores;
y el dulce cantar del ruiseñor
parten de la adventura (sic)
este nido,
mi nidito de amor
Y en nuestro más amante
y tierno idilio
viviremos nuestra juventud.
!Vamonos, si mi bien,
vamonos para Honolulu!
Idilio
campero
G. D. Barbieri
Ya
no te acuerdas paisana amada
que entre las sombras en la ésta parra
en los acordes de mi guitarra
canté tu vida enamorada.
Vení paisana de mis amores;
vení a mi rancho de paja y barro
que entre cantares , risas y flores,
los sinsabores sabré olvidar.
En la corteza del sauce grande
¿ya no te acuerdas qué con pasión
dejé grabado tu hermoso nombre
a filo y punta de mi facón ?
¿Ya no te acuerdas criolla de mi alma
qué en una noche bajo el parral
juntó mis labios sobre los tuyos,
y que de envidia cantó un zorzal?
Sabes que siempre por que te quiero
tu larga ausencia vivo llorando;
que quedo triste, que estoy penando
cuando me falta tu amor primero.
Sabes que te amo criolla preciosa
por que sos suave como la brisa;
porque tu boca fresca y hermosa
como una rosa se abre por mí.
Tengo este rancho que te lo ofrezco
cuando lo quieras será tu hogar;
y así mi criolla tendrás la vida
de un noble gaucho que sabe amar.
Y cuando quedes de amor rendida,
cuando me sepas corresponder
mujer de mi alma, mujer querida,
con mi guitarra te cantaré.
Incurable
G. Barbieri y R. A. Barboza
Sos
un chorro de remate, ya no tenés compostura
y serás genio y figura hasta tu juicio final.
No tenes luz en el mate, ya no perderás tus mañas,
solo cuentan tus hazañas la crónica policial.
Después
de tu última cana, me juraste arrepentido,
quiero echar en el olvido, mi pasado de gavión,
quiero ser un hombre honrado, quiero ganar tu cariño
y llorando como un niño, me llegaste al corazón.
Más
pasada una semana del solemne juramento,
supe que todo era cuento, que seguís tu profesión.
Supe que la otra mañana, marchaste al Departamento,
porque le afanaste el vento a un tano en Constitución.
Yo
ya no puedo quererte porque la fe te he perdido,
mi corazón está herido, ya no puedo sufrir más,
pues la venda que en mis ojos, de enamorada llevaba,
rompió el velo que ocultaba tu vida de cachafáz.
Mataste
mis ilusiones, olvidaste de mi nombre,
si no supiste ser hombre ya no mereces perdón,
por tus vicios incurables siempre vivirás en cana,
serán tu amante y hermana la rejas de la prisión.
Y
allá en tu recogimiento, en tus horas de amargura,
cuando pienses, por ventura, un minuto en mi dolor,
recordá que te he querido, que te dejo avergonzada
y que mi alma destrozada sufrió mucho por tu amor.
Insomnio
A. Chiriff y J. Alonso Trilles
Es
de noche, pasa rezongando el viento
que dobla los sauces casi contra el suelo
en el fondo oscuro de mi rancho viejo,
tira'o, sobre el catre que he hecho de tientos,
aguanto las horas que han de traerme el sueño.
Y las horas pasan y yo no me duermo,
ni duerme en la costa del "bañao" el "tero"
que a ocasiones grita no se que lamento
que el chacal repite desde allá muy lejos.
Pucha
que son largas las horas de invierno!
A
través del turbio cristal del recuerdo
van mis años mozos pasando muy lentos,
y después que gozo si a vivirlos vuelvo
pensando en los de ahora no se lo que siento:
novillos sin guampas, yeguas sin cencerro,
potros que se doman a fuerza'e cabestro,
bretes que mataron los lujos camperos,
gauchos que no saben de vincha y culero
patrones que en auto van a los rodeos
Pucha
que son largas las noches de invierno!
La
puerta del rancho tiembla porque el perro
tirita contra ella de frío y de miedo...
To'ito es hielo afuera, to'ito es frío adentro,
y las horas pasan y yo no me duermo;
y pa' p'ior, en lo hondo de mi pensamiento
brillan encendidos dos ojos matreros
que persigo al "ñudo" pa' quemarme en ellos...
Son los ojos brujos que olvidar no puedo,
porque ya pa siempre me han robado el sueño.
Pucha
que son largas las horas de invierno!
Ivette
E.Roca, J. y P. Contursi
En
la puerta de un boliche
un bacán encurdelado,
recordando su pasado
que una mina lo amuró,
entre los humos de caña
resurgen a su memoria
esta página de historia
que en su corazón grabó.
Bulín
que ya no te veo,
catrera que no te toco,
percanta que ya no embroco
porque con otro se fue.
Mina que fuiste el encanto
de toda la muchachada
y que por una pavada
te acoplaste a un mishé.
Que
te va a dar ese otario
que tu viejo no te ha dado!
No te acordas que he estudiado
pa'que no falte el bullón.
No te acordas cuando en cana
te copié en un cuadernito
aquellos lindos versitos
salidos del corazón?
No
te acordas que conmigo
te pusiste un sombrero
y aquel cinturón de cuero
que a otra mina le amuré.
No te acordás que te traje
un par de aros lujosos
que una noche a un farabute
del cotorro le espianté,
y con ellos unas botas
con las cañas de gamuza
y una pollera papusa
que era de seda crepé?
No
te acordás que traía
aquella crema lechuga,
que hasta la ultima arruga
de la cara se espiantó.
Y aquellos polvos rosados
que aumentaban tus colores...
Recordando sus amores
el pobre bacán lloró...
Jirón
de pampa
E. Dizeo y P. Mazzeo
Si
hay algo lindo en la pampa,
que embelesa y que cautiva,
es una rubia de ojazos
que queman cuando ellos miran.
Corcoveando siempre están
en la carita pintona
de una criolla coquetona,
que adoro con loco afán.
Es
el encanto de sus paisanos,
el lucerito de las estancias,
y de los campos la flor de alfalfa
que gambetea con mi esperanza.
Su cariñito me tiene loco,
y la ingratona se está burlando,
y me castiga, me va matando,
con sus desdenes, el corazón.
Y
a veces lloro soñando
que me lleva el forastero
la chirusa de unos sueños
a vivir bajo otro cielo;
tengo miedo que a esa flor,
me la engañen con halagos
y me dejen en este pago,
perdido en el dolor.
Jujeña
J. Razzano y C. Gardel
Frescor
de chirimoya
vidita y flor de abretuya
Frescor de chirimoya
vidita y flor de abretuya
perfume de amancay
de puño cuya.
Brisas serranas
que perfuman los campos de tu mañana.
Oro tiene tus campos, vidita,
oro y aroma
Oro tiene tus campos, vidita,
oro y aroma.
Y se duerme la tarde
sobre tus lomas;
con que coronan
la pampa y el bultiao
de tu bordona.
Quejas tienen tus cerros
vidita cuando desatan;
quejas tienen tus cerros
vidita cuando desatan
La nota quejumbrosa
de tu quebranto;
flor de agapanto.
Canto por que te quiero
por eso canto.
Canto por que te quiero
por eso canto.
Knock
out de amor
V. San Lorenzo e I. Diez
Frente
a frente en el ring no pusimos,
cada cual abrigaba una ambición,
vos querías entrar con desprecio
y dormirme, nena, el corazón;
me finteaste nerviosa cual nunca,
yo, tranquilo, mis planes maduré,
de repente, burlando tú malicia,
con dos izquierdas de cariño te doblé.
Algo
grogui por mi golpe
te pusiste a suspirar,
yo acortando la distancia
quise el lance terminar,
y en un dulce cuerpo a cuerpo
martillé tu corazón,
vos caístes y qué suerte:
te salvastes por el gong.
Reaccionando
en la vuelta siguiente
pretendiste quebrar mi fuerte tren,
y al notar un descuido en mi guardia
me mandastes golpes de desdén;
yo sentí de tu punch la dureza,
por las dudas, un rato me cubrí;
no queriendo tener algún disgusto,
con más cuidado la pelea proseguí.
Desbordando
de confianza
por tu golpe magistral,
te acercastes nuevamente,
presintiendo mi final;
mas de pronto, descubierta,
tu boquita contemplé,
y al golpearla con un beso,
por knock out, vieja... yo te gané.
Arriba |