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Falsas promesas - Farabute - Farolito de papel - Farolito viejo - Fayuto - Fea - Federación - Fierro chifle - Fiesta criolla - Flor campera - Flor de cardo - Flor de fango - Flor del valle - Folie (Locura) - (En catellano) - Fondín de Pedro Mendoza - Francesita - Francia

Falsas promesas
E. Cárdenas y A. D. Riverol

Con un mundo de esperanzas e ilusiones
un día hasta el pie de tu ventana fui,
para darte, enamorado, las canciones
que en las brisas matinales aprendí.
Yo soñaba que eras una mensajera,
la divina mensajera de mi amor
y corría siempre en pos de esa quimera
que a mi pecho lo ha llenado de dolor.
Con tus risas y promesas
engañado me tuviste
hasta que después me hundiste
en un tremendo sufrir.
Y de ingrata te reías,
sabiendo que en mis amores,
a pesar de tus dolores
sólo soñaban en ti.

Voy andando entre la zarzas del camino
nada espero de la vida en mi ambular
no me alegran de los pájaros los trinos
ni me encantan las bellezas del final.
Es que llevo las congojas de tu engaño
es que siento derrumbada mi ilusión
y el recuerdo del pasado me hace un daño
que destroza mi sensible corazón.

Farolito de papel
F. García Jiménez, T. y M. Lespes

Cien halagos escuche;
cien promesas me creí;
y en mi sana y buena fe,
solo y pobre al fin me vi.
Esta tarde me encontré
la tristeza del adiós
en los labios donde ayer
la ternura hablo de amor.
Farolito de papel
que alumbraste mi vivir
con la luz amiga y fiel
del querer que perdí.
Otro lado alumbras hoy.
Solo firme la virtud
te apagaste para mi,
y yo a oscuras aquí estoy
solo y pobre... como fui.

Solo quede:
yo no tenia más que a ti.
Pobre, porque
eras mi mundo y lo perdí
Ya no he de ver
tu débil llama de ilusión,
y he de tener
eterna noche
en el corazón.

Cien halagos escuche;
cien promesas me creí;
y en mi sana y buena fe,
solo y pobre al fin me vi.
Esta tarde me encontré
la tristeza del adiós
en los labios donde ayer
la ternura hablo de amor.
Farolito de papel
que alumbraste mi vivir
con la luz amiga y fiel
del querer que perdí.
Otro lado alumbras hoy.
Solo firme la virtud
te apagaste para mi,
y yo a oscuras aquí estoy
solo y pobre... como fui.

Las promesas, de débil luz
Nada frágil queda en pie.
No es de ley ese brillar
que quemo mi corazón
y algún otro que al pasar
su reflejo encandilo.
La prosaica realidad
cuanta pena me costo
y en la sal de la verdad
mi infortunio se curo.
Me resigno con mi cruz.
Si tu entraña ya la se,
mucho humo y poca luz farolito de papel...

Federación
L.Ricardi, F. Canaro y J. A. Caruso

!Viva la santa Federación,
mueran los salvajes unitarios¡
Las diez dan, todo y sereno.
Las diez dan, todo y sereno
tranquila está la ciudad
dice la voz en su canción
su alerta velando está
el dueño del restaurador.
!Viva la santa Federación,
mueran los salvajes unitarios¡
"Las diez y no hay novedad."
Por las calles solitarios
a un hombre se ve pasar;
embozado en una capa,
que a una casa va a golpear.
Una puerta se entreabre,
una luz se ve brillar;
un beso suena en la noche
y otra se hace la oscuridad.
!Viva la santa Federación,
mueran los salvajes unitarios¡
Las once han dado y sereno
Las once han dado y sereno.
Se oye en la noche cantar otra vez
la misma canción,
y así extendiéndose va
el eco por la población.
!Viva la santa Federación,
mueran los salvajes unitarios¡
"Las once y no hay novedad"
De pronto unos embozados
surgen en la oscuridad
son mazorqueros que quieren
al unitario matar;
echan abajo las puertas,
dos tiros se oyen sonar
dos cuerpos caen al suelo
y el sereno vuelve su alerta a dar.
!Viva la santa Federación
mueran los salvajes unitarios¡
"Las doce y no hay novedad."

Fierro chifle
B. Tagle Lara y C. De Pardo

Vos naciste un martes trece,
Fierro Chifle, y es por eso
de que andás siempre en la mala
sin poderte acomodar.

Sos un yerro en esta vida
con la yeta que te encana
y seguís la caravana
con la desgracia a la par.

Los amigos desde chico
de mascota te llevaban
y después que se escamaban
te tenían que largar.

Hoy se rajan de tu lado
y te gritan "Fierro Chifle,
por favor hacéte a un lado
que nos vas a resecar".

Fierro Chifle,
por favor hacete a un lado.
Fierro Chifle,
que nos vas a contagiar.

Toquen fierro,
que aquí cerca está la yeta;
háganle una gambeta
quien no quiera en la pileta
tristemente naufragar.

Si querés cambiar la guiñe
date vuelta la pisada,
conseguíte un amuleto
y una llave te colgás.

Si encontrás una herradura,
la llevás para la pieza
y al respaldo de la cama
con piolín la asegurás.

De mañana al levantarte
no pisés con el izquierdo,
y ladeate a la derecha
cada vez que estornudás.

Si con eso no te pasa,
comprá veinte de cianuro
y en un día martes trece,
viejo, el olvido te tomás.

Flor de cardo
E. Cárdenas y M. Correa

Si olvidás que fui el cantor,
que a tu ventana llegué
y de hinojos me postré
cuando el calor sentí de un delirante amor.
Flor de cardo no vendrá
a llenarme de ilusión.
Ven que soy un pobre solitario
que, lleva en su calvario,
sangrando el corazón.
En las noches bellas de mi vida
recuerdo las palabras de sus promesas mentida,
que son puñales en la sien
por ti que clava tu desdén.
Me inquietan lo ruidos de tus pasos
parece que me llama
quiero acercarme a ti
y tu traición que me infama
me envuelve entre sus sombras
haciéndome morir.
Ver, que tanta soledad
destroza mi juventud
pobre la ingatitud,
cuando el preciado don de saber perdonar.
No condenes mi vivir.
Al profundo delirar
Ver mi triste marcha agobiadora
el alma enferma llora
tu ausencia sepulcral.
Busco en tus angustias tu mirada
lejos de tu risa
tu voz dulce apasionada;
y el gran dolor de un despertar
sin luz me acaba de matar:
Quiero ver el cielo oscurecido,
sentirme agonizando
para olvidar la maldad
con que me destrozastes mi alma
y elevarme en los vientos de la fatalidad.
Y olvidas que fui el cantor
que a tu ventana llegué
y de hinojos me postré
cuando el calor sentí
de un delirante amor.
Flor de cardo no vendrá
a llenarme de ilusión.
Ven que soy un pobre solitario,
que, lleva en su calvario,
sangrando el corazón.

Flor del valle
G. D. Barbieri y L.G. Pierotti

Nació tu belleza con la primavera,
bajo las estrellas, cual linda flor,
y fuiste la reina de aquella pradera
donde nos juramos un eterno amor.

Todos contemplaban tus bellos colores,
todos te buscaron con loca pasión,
y a todos brindaste placeres y amores
bajo las ardientes caricias del sol.

Flor del Valle te llamaron,
criatura angelical.
Flor del Valle, te adoraron,
por tu gracia sin igual...
Y en tus pétalos divinos
como una lágrima está
mi corazón encendido,
que es una estrella inmortal.

Pero ya muy pronto tus hermosas galas
perdieron su encanto, su brillo y color,
pajarito ciego que encendió sus alas
en la noche oscura de su gran dolor.

Y la Flor del Valle, que todos besaron,
marchita y enferma nadie la adoró...
Cenicienta criolla que la abandonaron...
Y la Flor del Valle... de pena murió.
Flor del Valle te llamaron.., etcétera.

Fondín de Pedro Mendoza
R. de los Hoyos y L. C. Amadori

Fondín de Pedro Mendoza
que sos el alma del puerto
en cada mesa las copas
cuentan la historia de mi pasión

La ronca voz de un borracho
le canta el alma a su diana
como en aquella mañana
brumosa y triste que te deje

Diez años son que una noche
borracho de odio y de vino
quise perder los destinos
y frente a frente me la encontré
no pude más y vencido
contra esa puerta yo la mate

y desde entonces ando rodando
sin fe, sin patria, sin esperanza
cambie de nombre cambie de cara
porque no pude no cambie el alma

y como entonces, serenamente
miro tus líneas que me fascinan
fondín del puerto, mi único amigo
sos el testigo de mi dolor

fondín, aquí nació el amor
que yo por culpa de un traidor perdí

Francia
S. Castriota y F. Caruso

Te vas hermano a París
te vas a París en Francia
a pasear con tu arrogancia
la canción de este país.
Y a beber la Flor de Lis
conmovida su pesar
cuando empieces a tocar
con un lindo sentimiento
El quejumbroso lamento
de una canción popular.

También contigo se van
nuestras caras ilusiones
volcadas en las canciones
que lucimos con tanto afán.
El conventillo, el bacán
Al floreo al chamuyar
La mina que va a piantar
Los viejos abandonados
Y todo está reflejado
en la musa popular.

Y es que si han de preguntar
de dónde puede venir
música que hace sentir
ganas de reír y llorar
y cuando salgas a bailar
con un gozo de emoción
palpitará el corazón
de amor en toda francesa
mezclada la Marsellesa
con un tango compadrón.

También contigo se van
nuestras caras ilusiones
volcadas en las canciones
que entonamos con tanto afán.
El conventillo, el bacán
Al floreo al chamuyar
La mina que va a piantar
Los viejos abandonados
Y todo está reflejado
en la musa popular.

Farabute
A. Casciani y J. Barreiro

Farabute ilusionado por la mersa de magnates
que enfarolan su presencia con suntuosa posición,
no manyás pobre franela, que aquél que nació en un catre
a vivir modestamente la suerte lo condenó.

Sos la escoria remanyada que esgunfiás con tu presencia
de chitrulo sin carpeta, residuo del arrabal
tus hazañas de malevo al cuaderno de la ausencia
con el lápiz del recuerdo te las voy a enumerar

(Estribillo)

Clandestino de carreras
a ratitos quinielero,
así te hacés las chirolas
con que a veces te empilchás.
En tu casa todo el año
a la hora del puchero,
enyantás de prepotencia
lo que nunca te ganás

Deschavate farabute, no naciste pa cafishio
al laburo dedicate que allí está tu salvación
recordá tu madrecita...hace un mes en el hospicio
muriendo a tus hermanitos suplicando señaló.
Yo que en su triste existencia como trapo la has tratado
ni un halago tan siquiera le supiste demostrar,
hoy tenés frente a la vida la misión que te ha encargado
que la santa desde el cielo te sabrá recompensar

(Estribillo)

Farolito viejo
J. E. Riu y Luis Teisseire

Farolito viejo del barrio malevo
broncea la esquina con pálida luz,
alumbró el reparto después del laburo
y ha sido en la noche también batitú.
Bajo su luz pobre la china apenada
del taita encanado la carta leyó,
mojando con llanto de buena maleva
los versos escritos con el corazón.

También en sus rayos brillaron las dagas
cruzadas en duelo por un mismo amor.
Un muerto sangraba y nadie batía
del taura la hombría que fue vencedor.
Su luz fue testigo oyendo el chamuyo
jugándole sucio al taita bacán,
la grela traidora y el chorro cobarde
batieron la cana por miedo al puñal.

Y cuando los tiras a su hombre encanaron
lloraba en sus ojos la luz del farol.
Después una piedra rompió los cristales
bajando al suburbio feroz maldición.
Farolito viejo, estoy entre rejas,
a mi celda oscura no llega tu luz.
Espero con ansia volver a la esquina
vengándome de ella y del batitú.

Fayuto
R. Ventura

Fayuto, no vengas con más historias,
ya supe como conseguís la gloria,
charlando, te buscaste un lugarcito
y engañastes al amigo que te diera su amistad.

Fayuto, sos un fayuto derecho;
fayuto, al recordar lo que has hecho;
fayuto, algo grita dentro 'el pecho,
tu canallada sin nombre, que nunca podré olvidar.

Por su amor, daba toda mi vida
su querer fue falsa, fue querida,
pero vos, en la sobre agazapado,
al que todo te había dado, lo engañaste sin razón.

Porque yo te aprecié como amigo,
no creí que al amparo y abrigo de un dolor
le dijeras a mi amada,
que yo era carne cansada resabio de la prisión

Fayuto, sos un fayuto derecho;
fayuto, al recordar lo que has hecho;
fayuto, algo grita dentro 'el pecho,
tu canallada sin nombre, que nunca podré olvidar.

Fea
A. Navarrine y A. S. Pettorossi

Procurando que el mundo no la vea
ahí va la pobre fea
camino del taller,
y a su paso, cual todas la mañanas,
las burlas inhumanas
le hieren por doquier

Cuando alguno le dice una torpeza
inclina la cabeza
transida de dolor,
y piensa, con amargo desencanto:
! por qué se reirán tanto
de mi fealdad, Señor!...

Una noche su viejita
en el cuarto llorando la encontró
y la fea, ¡pobrecita!,
la tragedia de su alma confió.
Aquel hombre que debía
conducirla muy pronto ante el altar,
con su amiga Rosalía,
la que ella más quería,
se acaba de escapar...

Cada vez que la llevan a una fiesta,
en procura de olvido y distracción,
con el último acorde de la orquesta
en su alma agoniza otra ilusión.
Sus amigas ya todas se han casado;
sólo ella está huérfana de amor,
pobre fea; y ayer le han encargado
el ajuar de su hermana la menor.

En plena juventud ya estaba vieja,
nunca exhaló una queja
al ver tanta maldad,
soportando en el alma sola y mustia
como una flor de angustia,
la cruz de su fealdad.
Para todos tenía una sonrisa;
fue noble, fue sumisa;
su drama nadie vio;
pero fue tan pesada su cadena,
tan grande fue su pena,
¡que anoche se mató!...

Fiesta criolla
E. Cárdenas y R. Rossi

Había tendido en la extensión
la oración su crespón
denso y gris por los llanos,
y allá en la estancia de El Cardal
resonó el gritar de un montón de paisanos...
Es que en la noche tan animada
el fin de trilla se festejaba
y algunos viejos se referían
sus alegrías junto al fogón!

Hoy, entre criollos muy cantores,
midieron su talento dos bravos payadores;
y en la canción de amores, que era un ruego,
brotaba todo el fuego del alma del cantor. ..
Y los zorzales melodiosos
volcaron afanosos su inspiración ardiente
si pareció que hablara hasta el cordaje
con el lenguaje del corazón

Y el paisanaje sin poder
contener la emoción
de placer que gozaron,
en delirio fraternal
con fervor sin igual
a los dos abrazaron;
y a las guitarras, después, las mozas
las adornaron con moños rosas,
y en tanto al campo lo despertaban
las pinceladas del arrebol.

Flor campera
J. P. López y J. M. Aguilar

La flor del pago te llamaban todos,
porque eras linda, paisanita hermosa,
porque a diez leguas no nació otra moza
que despertara tan extraño amor.
Cuando a los bailes tu silueta entraba,
el corazón del paisanaje ardía,
y era seguro que una voz decía
Guarda muchachos! Ya llegó la flor...

Pero un día a la florcita,
se le metió en la cabeza
la ciudad con su grandeza,
y su fuego artificial.
Y una tarde, enloquecida;
la arrebató el torbellino
de ilusiones; el destino
la trajo a la Capital...

Y allá quedaron los paisanos tristes,
y mudo el pago y el hogar sombrío.
Quien de esas almas llenará el vacío
que la florcita se llevo al marchar?
Que mal pagastes el cariño nuestro
y el de tus padres que te amaban tanto!
Los pobres viejos ya no tienen llanto,
parecen sombras, en el triste hogar...

Todas las noches un gaucho,
que más parece una sombra
llega y cantando te nombra,
después llorando se va.
Si no sabes de quien es,
esta doliente visión,
buscala en tu corazón,
que en tu corazón está.

Flor de fango
P. Contursi y A. A. Gentile

Mina, que te manyo de hace rato,
perdoname si te bato
de que yo te vi nacer...
Tu cuna fue un conventillo
alumbrado a querosén.

Justo a los catorce abriles
te entregastes a la farra,
las delicias del gotán.
Te gustaban las alhajas,
los vestidos a la moda
y las farras de champán.

Anduviste pelechada
de sirvienta acompañada
por pasar por niña bien,
y de muchas envidiada
porque llevabas buen tren.
Y te hiciste cachadora;
luego fuiste la señora
de un comerciante mishe;
lo dejaste arruinado
sin vento, amurado
en la puerta de un café.

Después fuiste la amiguita
de un viejo boticario,
y el hijo de un comisario
todo el vento te saco...
Y empezó tu decadencia,
las alhajas amuraste
y una pieza alquilaste
en una casa 'e pensión.
Te hiciste tonadillera,
pasaste ratos extraños,
y a fuerza de desengaños
quedaste sin corazón.

Fue tu vida como un lirio
de congojas y martirios;
solo un dolor te agobio:
no tenias en el mundo ni un consuelo
y el amor de madre te falto.
Fuiste papusa de fango
y las delicias de un tango
te espiantaron del bulín,
los amigos te engrupieron
y ellos mismos te perdieron
noche a noche en el festín.

Folie (Locura)
A. Wilson Fisher

Je ne dis pas son nom
mais vous la connaissez:
le soleil brille moins
que ses cheveux d'or pur.
Ses yeux languissants
le crépuscule émeuvent
et versent dans mon coeur
des rêves angoissés.
Je ne dis pas son nom,
mais vous, vous la connaissez.

Je ne rêve que d'elle, d'elle, d'elle,
elle m'obsède, j'en suis fou,
mais le plaisir de la cruelle,
c'est de me voir á ses genoux;
et sa voix est musique si belle,
parfois, ses mots sont si doux,
que je cours, chaque fois qu'elle appelle.
Oh! j'en, j'en suis fou.

Je ne dis pas son nom,
mais vous le savez bien:
c'est le plus charmant
qui règne sur notre âme,
c'est l'éternel démon,
c'est l'éternelle femme,
c'est Eve, c'est Thaïs,
c'est Carmen, c'est Manon.
Je ne dis pas son nom,
mais vous, vous la connaissez.

Locura
A. Wilson Fischer
(Traducción al Castellano Sara Bonavetti)

Yo no digo su nombre
Pero usted lo conoce:
El sol brilla menos
Que sus cabellos de oro puro.
Sus ojos lánguidos
El crepúsculo tullido.
Derraman en mi corazón
Los sueños angustiosos.
Yo no digo su nombre
Pero usted lo conoce

Yo sueño sólo con ella, con ella, con ella,
Me obsesiona, yo no estoy loco,
Pero el placer de la cruel,
Es verme a sus pies.
Y su voz es una música tan bella
Algunas veces, sus palabras son tan dulces,
Que yo corro, cada vez que me llama.
Oh! Yo, yo estoy loco.

Yo no digo su nombre,
Pero usted lo sabe bien:
Es el más encantador
Que reina sobre nuestra alma,
Es el eterno demonio,
Es la eterna mujer,
Es Eva, es Thaîs,
Es Carmen, es Manon.
Yo no digo su nombre
Pero usted, usted lo conoce.

Francesita
A. Vacarezza y E. Delfino

Che, Francesita bulevardera
tiene su escudo la flor de lis
en alas vino de una quimera
es Francesita, es de Paris
con su silueta nerviosa y fina
con sus brillantes y su toilette
las ven las chicas de la Argentina
y de ella dicen pero que bien

Francesita flor del boulevard
no te pongas triste que vas a llorar
y hay que reír para olvidar
Francesita flor del boulevard

Con su viejito feliz soñaba
allá en un barrio cerca de Dios
pero el ingrato que tanto amaba
le dio a otra femme su corazón
partió con ella y enloquecida
siguió sus pasos desde Paris
mas perdió el rumbo y el ansia de su vida
bajo las noches de este país.

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