Teatro Rialto, a 50 metros del Teatro Principal

Estación de trenes de Caño Amarillo. Ya no existe y en su lugar se levanta la Estación del subterráneo. Dentro de las instalaciones hay una plaza dedicada a Gardel

El Rialto anuncia la despedida

De la estación de trenes al hotel, el público averió el automóvil y debió apearse del mismo y caminar

Y el regreso a Maracaibo, para la despedida

Hotel Majestic: Estaba ubicado en pleno centro, junto a las Torres del actual Centro Simón Bolívar

Interior de residencia “La Macarena” en Maracay, donde Gardel cantó para Juan Vicente Gómez

Teatro Principal, en la esquina noroeste de la Plaza Bolívar. Aún funciona como sala de cine.

Aviso de la presentación en Cabimas

Anuncio de las actuaciones en Maracaibo

El recuerdo en Venezuela sigue intacto…

GARDEL EN VENEZUELA

Como parte de la gira que estaba realizando, Gardel estuvo en Venezuela desde el 25 de abril hasta el 23 de mayo de 1935, por lo que se puede afirmar que el Cantor pasó en este país el penúltimo mes de su vida.

El recibimiento

El jueves 25 de abril de 1935 Gardel llega al Puerto de la Guaira, procedente de Puerto Rico, en la motonave “Lara”.

Era un jueves inolvidable para millares de venezolanos. Una multitud, calculada en más de 3.000 personas, esperaba en los muelles desde las 9 de la mañana a “El Divino Carlos” como lo había bautizado la prensa desde días antes.

A las once y siete minutos bajó Gardel del vapor “Lara” Fue recibido por Luis Plácido Pisarello. Don Luis Plácido Pisarello, ciudadano argentino, con muchos años radicado en Venezuela fue el gestor directo de la visita de Gardel a Venezuela.

Una limousine estaba preparada para trasladar al ilustre visitante y en ella partió junto a sus guitarristas. Tanto fue el desborde popular que Gardel debió refugiarse en la fábrica de vidrios de Maiquetía. Allí bebió un refrigerio, calmando la sed impuesta por el calor reinante. Acompañado de sus guitarristas: Riverol, Barbieri y Aguilar, así como también de Le Pera, y tras sortear las dificultades que produjo el hacinamiento ocasionado por la multitud de admiradores, los viajeros lograron ser trasladados al hotel “Miramar” en Macuto.

Ahí es recibido por un grupo de más de cien mujeres, ante la sorpresa de los organizadores, ya que el almuerzo típico en el Hotel no había sido anunciado públicamente, para dar a los viajeros unas dos o tres horas de descanso. Gardel soporta los empujones y pellizcos de las damas hasta que es puesto a resguardo y llevado a la terraza del hotel donde están los representantes de la prensa. Además de Pisarello, estuvieron en el almuerzo Edgar J. Anzola director de la emisora de radio Broadcasting Caracas y Eloy Pérez Alfonso, excelso narrador de carreras de caballos y quienes fungieron de anfitriones del artista durante su estadía en Venezuela.

El periodista Manssur Dekash (MD) del diario caraqueño “El Heraldo” pudo entrevistar a Gardel (CG) brevemente:

MD: - Cuándo nació en usted la afición al tango?
CG: - Eso fue en Buenos Aires. Usted lo sabe, surge en los muchachos al nacer. Lo mismo que en Sevilla no hay muchacho que no toree con la toalla a un toro imaginario, allá no hay quien no cante tangos. Profesionalmente comencé a cantar en los teatros, a fijarme en la gente que tenía un estilo propio y adquirí fama en mi país.

MD: - Qué le parece España?
CG: - Gran país España! Qué público tan comprensivo y tan acogedor. En cuanto acabe mis compromisos con el cine en Nueva Cork voy a volver. Conocí Madrid, Barcelona, Bilbao, San Sebastián. Pero yo quiero conocer Andalucía. Soñar bajo aquel cielo azul. Mientras no conozca Andalucía, no creeré que conozco el mundo bien. En cuanto pueda voy a España, porque esto de las películas me tiene embargado por completo. Este viaje ha sido como una escapatoria de colegial. No me quedan sino dos meses más y tengo que ir a Colombia, La Habana y México.

MD: -Cual de sus películas le gusta más?
CG: -De las hechas hasta ahora “Melodía de Arrabal”, pero tengo puestas todas mis esperanzas en “El Día que me Quieras”. Es una gran película de gran emoción sentimental y de un acierto formidable en la música.

MD: - Pues aquí, gustó más “El Tango en Broadway”. El público lo encontró más logrado, más definitivo, más, como si dijéramos, encontrándose a sí mismo como actor que en las otras películas.
CG: - Es posible. Usted sabe que los artistas somos unos pésimos jueces de nosotros mismos. Casi nunca coinciden nuestros juicios con los del público. Y como el público es quien forma nuestra fama, no cabe duda de que es él el que tiene razón.

MD: -Y de sus tangos cuál le gusta más?
CG: -A eso sí que no puedo contestarle. Me gustan unos u otros según el estado de ánimo en que me encuentro en ese día. Por eso yo nunca hago programas de mis actuaciones anticipadamente. Voy cantando lo que me siento con ganas de cantar.

MD: -Qué me puede decir de los millones de mujeres que lo aman en el mundo entero?
CG: -No hombre, no crea usted eso…! Yo he llegado a pensar que eso son infundios de mis compañeros de arte para hacerse reclamo. Naturalmente que yo, como todo el que se exhibe en público, he tenido mis éxitos amorosos. Pero no crea usted nada de eso de que lo agobian a uno las mujeres y le escriben tal cantidad de cartas todos los días, que preciso tres secretarias para contestarlas.

En este punto intervino Pisarello y pidió dejar almorzar y descansar a Gardel para emprender viaje hacia Caracas.

Desde el Hotel “Miramar” Gardel y su comitiva se dirigieron hasta la estación de trenes de La Guaira –ubicada frente a la Aduana-, donde la comitiva emprendió viaje en tren, conducido por el señor Francisco Delgado Martínez, y soportando un caluroso trayecto de dos horas -de 1:30 a 3:30 p.m- hasta Caracas, por más que a Gardel como es obvio le asignaran un vagón especial para el viaje.

El señor Martínez contó en una oportunidad que Gardel ese día vestía “traje gris, bufanda liviana de colores y sombrero claro de fieltro”. También recordó que el Cantor se asomó varias veces a la ventanilla del tren, admirando el paisaje y retribuyendo el entusiasta saludo del público.

En Caracas

Al arribar a la estación Caño Amarillo en Caracas, el tren fue literalmente invadido por admiradores impacientes y Gardel debió ser resguardado por sus acompañantes. La Banda de Música “Ayacucho Nº 1” interpretaba pasodobles y valses criollos.

El recibimiento fue apoteósico. El gentío que se había agolpado en la estación del ferrocarril, estaba dispuesto a cualquier cosa con tal de ver a Carlos Gardel. En un momento dado fue tal la presión del público, que los instrumentos de la Banda volaron por los aires, rodando decenas de personas por el suelo y resultando muchos con magulladuras y lesiones.

Las plantas del jardín de la estación ferroviaria fueron pisoteadas. Debió intervenir la policía y en los forcejeos, hasta el propio Alfredo Le Pera fue golpeado por error por un agente del orden. Y así, en medio de ese gran tumulto, los viajeros lograron refugiarse en los automóviles que les aguardaban, y partieron hacia sus alojamientos en el Hotel “Majestic”. Hoy no existe pero en la época, era “el más moderno y mejor situado”, según las promociones de turismo.

El trayecto, que no llega a mil metros no se pudo terminar en carro, el cual fue averiado por el público. Gardel bajó del mismo y llegó al Hotel caminando y a ratos en andas, sobre los hombros del público, durante varias cuadras.

Actuaciones en Caracas

Al día siguiente, 26 de abril, es la fecha indicada para la primera actuación con gran promoción de la prensa escrita y radial en el Teatro Principal, aún en pie en una de las esquinas de la Plaza Bolívar. Allí se presenta con todo éxito a lo largo de ocho actuaciones.

Ese día, llovía a cántaros sobre Caracas, pero ello no constituyó ningún obstáculo para los apasionados admiradores. A las 9:15 de la noche se produjo el debut. Era la costumbre alternar la actuación del cantante de turno con la exhibición de una película. Ese día se proyectó un corto metraje de Walt Disney llamado “El perro robado” y luego estrenaron “Por Partida Cuádruple”, una película cómica de Charlie Chase. Los precios para esa noche del debut eran “Patio”, 6 bolívares, “Balcón”, 4 bolívares y “Galería”, 2 bolívares. El cambio de divisa entonces era alrededor de 3 bolívares por dólar americano.

El primer tema que cantó Gardel la noche del 26 de abril fue “Cobardía” de Charlo y Amadori. Luego del tema inaugural interpretó: “Carnaval”, “El Carretero”, “Insomnio”, “Tomo y Obligo”, “Por una cabeza” y “Mi Buenos Aires querido”. Pero más tarde, ante la insistencia y los aplausos interpretó varios otros temas.

El cambió de clima afectó la garganta de Gardel y debió suspender sus actuaciones para ser atendido en la “Policlínica Caracas” por el doctor Pedro González Vera.

La reaparición se produce el domingo 5 de mayo, cuando realiza una magistral interpretación de “Mano a Mano” con el consecuente éxito de proporciones gigantescas.

La última función en el Principal la realizó el jueves 9 de mayo, costando la galería medio bolivar (0,50). Esta rebaja de precio fue solicitada por el propio Gardel para que la gente de escasos recursos también pudiera verlo en escena.

Las ocho actuaciones en el Teatro Principal se realizaron con la boletería totalmente agotada, para un aproximado de 14.500 personas que vieron a Gardel durante sus actuaciones en ese recinto.

El lunes 13 de mayo, realizó una función en el Teatro Rialto, también frente a la Plaza Bolívar, en la misma calle del “Principal”. Desde las tres de la tarde el público hizo interminables colas para entrar a las dos funciones que el Zorzal brindó ese día. El martes 14 de mayo, se presentó de nuevo en el Teatro Rialto con idéntico éxito, en lo que significó su última actuación pública en Caracas.

El miércoles 15 asistió a una audición en la emisora de radio Broadcasting Caracas y cantó un programa escogido por el público oyente.

El jueves 16, cantó en el Teatro Lamas de La Guaira. Es la localidad donde está ubicado el puerto.

En Valencia

El viernes 17 de mayo, Gardel debutó en el Teatro Municipal de Valencia, sumando más éxitos a su itinerario.

El Presidente lo invita

Estando en esta ciudad, recibe una invitación del Presidente de la República, General Juan Vicente Gómez, para que vaya a cantar en su presencia, en la ciudad de Maracay, capital del vecino Estado Aragua. Allí el Presidente, quien nunca quiso establecerse en Caracas, tenía fijada su residencia en la zona de “Las Delicias”. Era una amplia casona colonial, rodeada de frondosa vegetación, que aún, pese al tiempo transcurrido se mantiene en pie y es llamada “La Macarena”.

Gardel acudió a la invitación, acompañado por sus tres guitarristas. Lucía vestimenta gauchesca e interpretó siete temas, entre los cuales intercaló “Pobre gallo bataraz”, estilo que logró conmover al viejo caudillo, aficionado a las riñas de gallos.

Actuaciones en Maracaibo y Cabimas

Cumplido el compromiso con el general Gómez, Gardel y su comitiva se trasladan a Maracaibo, en el Estado Zulia, contratado por la empresa “Metro”. Llega allá a bordo del vapor “Libertador” y es recibido con bombas pirotécnicas, sirenas de barcos, bocinas de automóviles y centenares de admiradores. El sábado 18 se produce el debut, con la papelería totalmente vendida.

El lunes 20 de mayo, Gardel va a Cabimas, en el mismo Estado Zulia, epicentro de la producción petrolera nacional. Allí es contratado por el Circo Internacional Passini y Cía. Con precios que van desde Butaca por 7 bolívares, a Platea por 3 bolívares, Gardel agota la boletería una vez más. Y canta fuera de programa numerosas canciones.

Entonces, tomando en consideración que el clima de Caracas lo había afectado y por lo tanto el fuerte calor del Zulia podía provocarle una recaída, decide dar por terminadas sus actuaciones. Lamentablemente un grupo de inadaptados, enardecidos por la actitud del cantor promueven un incidente de proporciones mayores, destrozando sillas y todo lo que encuentran a su paso. Se dice que el circo quedó totalmente destruido. Gardel y sus acompañantes salen de la ciudad en la noche. Retornan a Maracaibo y el 22 ofrece dos audiciones en el Teatro Baralt como despedida del pueblo Venezolano.

El 23 de Mayo parte hacia Curazao en la nave “Medea”.

Bibliografía:

MORENA Miguel A. - Historia artística de Carlos Gardel - Corregidor Bs.As. 1990
STURLA Jorge - Reportaje “Gardel en Venezuela” - Publicado en la revista “Viejo Almacén” Número Cero, Junio 1975 Ediciones Venarg, Caracas.
YANES Oscar - “Memorias de Armandito: Historias ocultas, trágicas y divertidas de la vida venezolana” Colección de libros Revista “Bohemia” Nº 87, tomo 2 - Caracas, 1988.

 
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La Revista Club de Tango que dirige Oscar B. Himschoot ha publicado a lo largo de sus números 57 a 60 (Noviembre/2002 a Junio/2003), en la sección POR SEGUIR TRAS DE SU HUELLA, un artículo que lleva la firma del Profesor Osvaldo Mastrovito y escrito en Marzo de año 2003.

Con la autorización pertinente, reproducimos ese trabajo que refleja la presencia de Carlos Gardel en el País Vasco y Cantabria, en el norte de España.


Por seguir tras de su huella

Gardel en el País Vasco y Cantabria

Por el Profesor Osvaldo Mastrovito

PRIMERA PARTE (Club de Tango N° 57 - Noviembre-Diciembre 2002)

Tratando de dar un poco más de luz a la vida artística de El Morocho y a esas giras menos notorias pero no por ello carentes de la calidad y de la emoción que siempre le dio a sus presentaciones ante el público, comencé a adentrarme un poco en las actuaciones de “El Mudo” en el País Vasco y Cantabria.

Aprovechando mi estadía en Bilbao empecé a preguntar a gentes vinculadas al mundo del cine y del teatro y que ya tenían publicados algunos libros sobre el tema. Para contactarme con los autores me sirvieron de amables guías libreros, bibliotecarios, amigos tangueros, etc.
Poco a poco traté de ir desmadejando la maraña de fechas que muchas veces parecían irse enredando más y más y tras pacientes consultas a los medios informativos impresos de los años de sus actuaciones en Euskal Harria y Cantabria, pude reconstruir bastante las visitas que Gardel y sus guitarristas efectuaran al norte de la península ibérica.

No es un trabajo acabado y perfecto porque faltan detalles que me fue imposible conseguir. Pero por algo se empieza y aspiro a que despeje algunas incógnitas y ayude a reconstruir un poco más el mosaico de una figura que, como la de Carlitos seguimos oyendo hoy con la misma devoción de ayer y tengamos que convenir en que “cada día canta mejor”.

Ojalá que esto que a continuación leerán anime a alguien a profundizar en el tema y nos permita a todos los que estamos interesados en el Tango a completar uno de los lados artísticos de la música del Río de la Plata, del otro lado del “charco”.


Algo más de dos años después del primer viaje a Europa, Carlos Gardel hace su debut en el País Vasco, siendo Vitoria, la capital alavesa la que goza de ese privilegio.
Esto fue en el mes de febrero de 1926 y con un suceso tal que de cinco presentaciones que tenía programadas, hubo de duplicarlas debido a la demanda del público.
Ya Gardel quería irse de Europa y retornar a Argentina y antes de cumplir con ese objetivo “retorno” hubo de hacer acto de presencia, el último de esa gira, en la citada ciudad. Después de eso canceló contratos en otras importantes ciudades españolas tales como Madrid, Zaragoza y Valencia y en el buque “reina Victoria Eugenia” regresa a Buenos Aires en el mes de marzo.
En 1927 no hay constancias de que haya actuado en el norte de la península ibérica, pero al año siguiente es donde fue posible encontrar testimonios escritos de su presencia junto a la de sus inseparables Ricardo y Barbieri. Esto fue en Bilbao y San Sebastián y también en Santander, Cantabria.
Aquí, según consta en el libro “Literatura de tema deportivo” escrito por Antonio Gallego Morell, habría de volver Carlitos para presenciar la final del Campeonato de Fútbol de España. Ésta se disputó el 20 de mayo de 1928 en la capital cantábrica y la protagonizaron la Real Sociedad de San Sebastián y el Barcelona F.C.
El resultado final fue de 1-1. Como El Zorzal era amigo de varios jugadores del Barça, seguro fue a formar parte de la “hinchada de los catalanes”.
Ésta sería la última visita conocida y probada de Carlitos al norte ibérico ya que la última vez que estuvo en el País Vasco fue en ocasión de su actuación en el Teatro del Príncipe en Donosita – San Sebastián.
Es probable que en el futuro se puedan encontrar más testimonios fehacientes del paso de Gardel por estas tierras, pero por ahora es todo lo que pude hallar en esta agradable pesquisa.
Este modesto trabajo no es más que una pequeña contribución destinada a ir conformando lo más documentadamente posible, la historia de esa pasión llamada Tango y de su máximo exponente: Carlos Gardel.

DEBUT EN TIERRAS VASCONGADAS
En la Biblioteca Central de Vitoria – Gastéis me fue posible consultar los diarios “Heraldo Alavés” y “La Libertad” en sus soportes originales de papel.
Así me fue dado determinar con exactitud las fechas de actuación de Carlos Gardel y el único acompañante que se presentó con él: José Ricardo.
El debut se produce el sábado 13 de febrero de 1926 en el Teatro Príncipe, despidiéndose del público el miércoles 17.
Permítaseme aclarar este punto ya que existieron confusiones en cuanto, al menos, el nombre del teatro en el que se presentaron los artistas mencionados.
En la calle San Prudencio, otrora foco cultural nocturno de cines y teatros, existen aún y separados por pocos metros el Teatro Príncipe y el Teatro Principal, que desde 1945 pertenecen a la misma empresa, la Vitoriana de Espectáculos S.A. (VESA) cuyas oficinas se ubican en el mismo Teatro Principal, en el número 6, 1° P. de la calle citada más arriba. Quizás venga de ahí la confusión mencionada y que el mismo Carlitos, el referirse a su actuación en la capital gasteiztarra dice que “fui a estrenar el principal teatro de la villa con dos mil plateas”.
Retomando el hilo de la crónica relativa a los músicos, estos se presentan en una breve temporada de “varieté” que la empresa organiza con motivo de los carnavales.
Allí El Zorzal y Ricardo actúan con otros artistas como Pilar Calvo anunciada como notable bailarina y “bellísima cupletista” Salud Ruiz.
En esa ocasión inauguraban el teatro como tal. Para explicarlo mejor, el Teatro Príncipe había abierto sus puertas al público, como cinematógrafo, el 25 de diciembre de 1925, pero recién en febrero del año siguiente estuvo listo el escenario teatral y es ahí donde se habla del estreno como teatro.
El suceso de esta temporada de varieté lo da el hecho de haber tenido que duplicarse las actuaciones previstas de antemano: de cinco originales pasan a diez.
Pese a ser desconocido en el País Vasco, Carlitos venía precedido de elogios por sus presentaciones en Madrid y Barcelona. Sin embargo, “La Libertad” en su edición del jueves 11 de febrero y en pie de foto del cantor dice: “Carlos Gardel, notable artista argentino que ‘debutará’ el sábado en el Teatro Príncipe. Ignoramos sus méritos artísticos, pero plumas autorizadas han escrito de él grandes elogios. Si así es, le aplaudiremos”.
El día anterior, miércoles 10 de febrero, el mismo diario, en la página 3 anunciaba el “debut de varietés”, pero en lugar de Pilar Calvo anunciaba a la “escultural bailarina Conchita Dorado” junto a Salud Ruiz, Carlitos y el “Negro” Ricardo. Por último cabe decir que fue Pilar Calvo la que se presentó en el teatro.
Y así se suceden en el medio periodístico avisos del programa del Príncipe, anuncios de las casas vendedoras de discos y gramófonos, esto hasta varios días después de finalizar las actuaciones.
El lunes 15 de febrero, “La Libertad”, página 2, publica bajo el título “Teatro Príncipe” el siguiente comentario: “El sábado se inauguraron los números de varietés contratados por la Empresa para las fiestas de carnaval”.
“Tres artistas debutaron en la sección de la tarde, después de la proyección de una película en seis partes…”
“Carlos Gardel, acompañado de su guitarrista es uno de los números presentados en las varietés del Teatro Príncipe”.
“Titúlase Gardel estilista de las canciones populares argentinas y verdadero intérprete de los tangos porteños, y su debut ha constituido éxito, ya confirmado recientemente en el Teatro Romea de Madrid”.
“En las funciones del sábado y de ayer el público acudió numeroso al Teatro Príncipe, haciendo honor a la abundancia y calidad del programa anunciado”.
El día del debut de los artistas criollos, en la página cuatro y debajo de una foto de Carlitos Gardel dice: “Notable cantador del tango argentino, que debuta hoy en el Teatro Príncipe”.
En la página siguiente, el mismo día sábado los Almacenes y Bazar Mendía en Plaza Nueva 26, Vitoria, publicitan los discos de actualidad, nuevos tangos por Carlitos Gardel.
A partir del 15 de octubre de 1961 al Teatro Príncipe se lo rebautiza con el nombre de de Teatro Guridi, compositor vitoriano muerto pocos meses antes.
El 21 de diciembre de 1991 se inauguran 6 salas de Multicine Guridi, nombre que tiene hoy día el otrora lujoso Teatro Príncipe, nombre que aún perdura en la parte alta del frente.

LA GIRA EUROPEA 1927 – 1928
-Bueno muchachos, ya está listos los contratos para una nueva gira por el Viejo Continente. Tenemos varias actuaciones aseguradas en la Península Ibérica y en Francia, así que por lo menos nos quedaremos por algunos meses en Europa y retornaremos a casa, si todo va como lo hemos programado, para mediados del año próximo.
¿Habrá dicho algo así a los guitarristas Ricardo y Barbieri, allá por el mes de septiembre u octubre de 1927 Carlos Gardel? No creo que lo sepamos nunca, pero podría ser posible.
La única certeza que tenemos parte de los datos verificables para la nueva aventura del Cantor y sus fieles guitarristas y arranca el 26 de octubre de 1927 alas 10:30 hs en que el “Conte Verde” zarpa de la Dársena Norte del puerto de Buenos Aires en una travesía atlántica que duraría 17 días, hasta la llegada a Barcelona, España, llevando al trío a través del océano.
Ahora iba a tentar nuevas plazas, lugares por los que no habían actuado antes, por ejemplo Bilbao y San Sebastián en el País Vasco y Santander en Cantabria. Euskal Harría no le era desconocida, ya que en 1926 se habían presentado Carlitos y Ricardo en Vitoria, la capital alavesa, pero esas dos importantes ciudades de Vizcaya y Guipúzcoa no las conocían.
Y ya Carlitos, Ricardo y Barbieri estaban ensayando para debutar en Radio Catalana de la Ciudad Condal, hecho que produce el día 12 de noviembre de 1927.
Y así siguen otra triunfal gira con 14 actuaciones en el Teatro Principal Palace de la Ramblas. El público catalán los ovaciona, nunca se había visto alguien que interpretara el tango y las canciones camperas argentinas con ese arte sin igual. No se desafina en lo más mínimo. Carlitos demuestra su esmero al pulir cualquier imperfección que detecte antes de subir al escenario, es exigente en los ensayos para sus acompañantes y para sí mismo. El resultado de ese detallismo está luego en la vista y en los oídos del público. El Zorzal cuida todos los detalles, es un “adelantado” de los espectáculos que varias décadas después se llamaron “audiovisuales”.
Carlitos continúa paseando su prestancia, si “pinta”, su sonrisa y lo más importante: esa voz inigualada e inigualable, junto a sus guitarras, a la altura del divo de la canción rioplatense.
Nuevo éxito en Madrid donde el público los acoge con la simpatía y el entusiasmo característicos de los madrileños. Ya están en vísperas de un nuevo año: 1928. Las tradicionales fiestas las pasan junto a otros triunfadores, otros amigos del arte del canto popular argentino: Francisco Canaro, Agustín Irusta, Roberto Fugazot y el compositor de la posterior “Malena” y otras recordadas composiciones, el pianista Lucio Demare. En el restaurante madrileño “El Mesón del Sevillano” comparten mesa, copas, alegrías y por qué no algún pensamiento que con melancolía los transportaba, aunque fuera fugazmente, del otro lado del “charco”, con sus parientes y amigos más queridos, y habrán brindado por ellos con el burbujeante champán que llenaba sus copas.
Regresan a Barcelona y en la segunda semana de enero de 1928 vuelven a grabar y a actuar nuevamente por casi tres semanas en el Teatro Barcelona.
Se despiden por ahora del público catalán y entonces sí parten rumbo al norte de la península, al País Vasco y luego a Cantabria.

SEGUNDA PARTE (Club de Tango N° 58 - Enero-Febrero 2003)
A LA CONQUISTA DE BILBAO

Es el Teatro Campos Elíseos, la “bombonera” de Bertendona, la plaza donde sentarán sus reales por espacio de seis días con actuaciones como “fin de fiesta” en todas las secciones, dos de lunes a sábado y tres el único domingo que s presentaron ante el público bilbaíno. Son trece presentaciones en total.
El Campos Elíseos, que había nacido como un teatro, en aquellos años proyectaba películas, mudas por supuesto, dada la gran aceptación que entre la gente tenía el séptimo arte. Gardel y sus acompañantes se presentaban, como ya quedó dicho, como fin de fiestas después de cada proyección y estamos seguros, como ya había sucedido y continuaría pasando, que muchos iban solamente para oír al Cantor y sus magníficas guitarras. El éxito fue rotundo y los vascos y vascas los recordarían por siempre ya que es muy difícil, hoy día, que cualquiera a quien se nombre a Gardel no lo conozca aunque sea por haberlo oído en labios de otros. Su nombre y su arte han quedado en el recuerdo popular. Es el mejor homenaje que el noble y luchador pueblo vasco le podía haber rendido.
Pero volvamos un poco a lo que fueron su debut y posteriores presentaciones en la capital vizcaína.
El miércoles 8 de febrero de 1928 en la función de las 18:30 horas y después de la proyección de la cinta “Los millones de Paulina”, El Morocho, Barbieri y el Negro Ricardo se posesionan del corazón de los asistentes desplegando lo mejor de su repertorio y de su arte.
“El Liberal”, diario que se publicaba en Bilbao, ya el domingo anterior al estreno, en una de sus páginas interiores anunciaba el debut. Eran cinco pequeños anuncios que se insertaban en columnas diversas de la hoja y decían: “Carlitos Gardel. El miércoles 8 en el Teatro Campos Elíseos”. El día de la presentación el mismo diario traía un anuncio como sigue:
”Teatro Campos Elíseos. Hoy miércoles presentación de CARLITOS GARDEL el eminente cantor argentino, intérprete de los tangos y canciones criollas. A las 6½ y 10½. Estreno de la película en 7 partes “LOS MILLONES DE PAULINA”, POR Bebé Daniels. Fin de fiesta CARLITOS GARDEL”.
Estos anuncios del Teatro Campos se sucederían cambiando solamente el título de la película que hacía de previo a la actuación de Gardel.
El jueves 9 encontramos en la primera plana del mismo rotativo unos de los pocos comentarios que he podido hallar en los diarios de 1928. Más raro aún que lo hiciera en la primera plana, por lo que debo deducir que el suceso fue notable, bajo el título genérico TEATROS y el subtítulo Campos Elíseos. Carlos Gardel, el artículo ocupa 28 líneas de la sexta columna, última de la derecha en el ángulo inferior derecho de la misma, justo encima de una curiosa o no tanto dada la época que se vivía de plena dictadura de Primo de Rivera, que decía: “Este número ha sido revisado por la censura”.
Transcribo literalmente el comentario aludido: “Como nosotros no tenemos confianza suficiente con el famoso cantador de tangos, no le llamaremos Carlitos, sino Carlos. Pues bien, Carlos debutó ayer, en compañía de sus guitarras y ante un numeroso público cantó esas canciones argentinas, sentimentales y lánguidas, que reflejan siempre alguna desgracia de familia. Mucho nos hemos burlado los españoles del tinte sombrío y trágico del ‘cante hondo’ pero el caso es que, comparado con los tangos argentinos, el flamenco resulta más alegre que un gato en el tejado. ¡Señores, cuántas penas y cuántas desventuras les pasan a los compadritos! Por lo visto, el Atlántico no es suficientemente grande para evitar que vuelen sobre las aguas estas mariposas musicales. Carlos Gardel pone en sus canciones todo el sentimiento, toda la emoción y toda la melancolía que la literatura especial del tango requiere y si no lloramos a moco tendido fue por no dar un espectáculo en el Teatro”. No hay firma del autor del texto.
Aprovechando sin dudas la visita a la ciudad y la aceptación que las canciones argentinas y rioplatenses tenían entre el pueblo, algunos negocio publicaban anuncios en los que ofrecían gramófonos, al contado y a plazos y discos de Carlitos Gardel, creador del tango argentino, y de otros artistas. Se hacía referencia, además, a que el sistema de grabación era eléctrico, es decir de mejor calidad que el precedente, el acústico.
También por aquellos días, que fueron más que unos días ya que abarcó un período de años, vendían muchos discos y habían sido muy aplaudidos en sus presentaciones en la península, la Orquesta Típica Víctor, la Orquesta Argentina de Manuel Pizarro y el cantor argentino Francisco Spaventa. Ellos grababan para el sello del perrito que llevaba el nombre “La voz de su amo”.
En uno de estos negocios ubicado en el Casco Viejo y que aún sigue atendido por los sucesores de los que fueron sus fundadores, pregunté por si quedaba algo, catálogos de discos, discos de pasta o cualquier otro testimonio que me diera algún otro elemento de la presencia ya no sólo de Gardel, sino del tango en general. El negocio en cuestión, que ahora se dedica a la fotografía, no guarda sino el recuerdo de sus gentiles propietarios hacia la figura de Carlos Gardel. El tiempo que todo destruye, no perdonó tampoco esta vez y a ello se sumó la inundación del 23 de agosto de 1938, cuando el río Nervión que corta en dos a esta dinámica ciudad, se desbordó debido a las lluvias que los sacaron de madre invadiendo el Casco Viejo y legando a la altura de un primer piso. Hay placas adosadas a los muros de algunos inmuebles que hablan de la altura de la aguas en el trágico suceso.
Sigamos hojeando diarios bilbaínos de la época y podemos encontrar los mismos tipos de anuncios de la actuación de los músicos, redactados casi en los mismos términos.
Pero en “La Gaceta del Norte” hallamos otro comentario a su debut en la sección Por los teatros y dice así: “Carlos Gardel. Anoche comenzó en el Teatro de los Campos Elíseos una breve temporada de cinematógrafo y como complemento, el cantante de aires argentinos Carlos Gardel”.
“Carlos Gardel, que es autor de la mayoría de la canciones que interpreta, constituye un número de singular atractivo, pues además de poner gran pasión en su trabajo, es un excelente tocador de guitarra, instrumento con el cual se acompaña en sus tonadas, y sobre todo les da un matiz menos dulzón y cansino, por el contrario, más vigoroso y real de los que nos tenían acostumbrados los intérpretes de los aires argentinos que antes han desfilado por los escenarios de la villa. Con Gardel actúan, a guisa de acompañamiento, dos profesores de guitarra también muy notables”.
“El público mostró su complacencia por el trabajo, aplaudiéndole y obligándole a cantar varios números de propina. El tema de las canciones, ya lo saben de memoria los lectores: desgarros y traiciones amorosas a todo pasto; pero anoche cantó Gardel un tango titulado ‘Cieguito’, de una belleza profunda.” Fin de la nota.
“El Noticiero Bilbaíno”, también el jueves 9 de febrero, dice en la sección Arte y Artistas en la página 5: “En el Teatro de los Campos. Después de una bonita película debutó ayer Carlitos Gardel, el cantor de aires argentinos que tuvo cordial y franco éxito y un lleno en la sala”.
“Su peculiar estilo, su dominio de los cantos de su país y las modulaciones de su voz que dan mucho carácter a sus melodía, agradaron grandemente”.
“Le acompañan dos guitarristas notables para los que también hubo aplausos”.
“La Tarde”, un día antes de la presentación en el teatro, de Gardel y sus guitarristas, los anuncia con esta breve nota, aparecida en la página cuatro: “Hoy tenemos descanso y mañana comenzará una breve temporada de cine con algún número de los llamados de varietés, como fin de fiesta. Por ahora esta misión correrá a cargo de Carlitos Gardel, el notable cantor argentino, considerado como el mejor intérprete de los tangos y canciones criollas”.
El día siguiente al debut, el mismo diario escribía su crítica sobre el espectáculo visto y oído en los Campos Elíseos. Decía así: “Campos Elíseos. En la ‘bombonera’ de los Campos el debut correspondió a Carlos Gardel, el cantor argentino considerado como el mejor intérprete de los tangos y canciones criollas. Actuó como fin de fiesta, después de una película de Bebé Daniels, no muy entretenida, ciertamente”.
“No sabemos si el estilo de Carlos Gardel al interpretar las tonadas de su país es el auténtico, el clásico, el popular; lo que podemos afirmar es que el artista argentino pone su alma en cada canción, en cada estrofa, en cada verso, y que al compás de las guitarras que siguen el ritmo del cantor, parece vibrar la pampa con toda su melancolía. Sus tangos, vidalitas, zambas, etc., tienen emoción, se saborean, no obstante lo lamentable de la letra de mayor parte de ellas”.
No se puede negar que el cantor argentino alcanzó un señalado éxito, que irá acrecentando en sucesivas actuaciones. A nosotros nos gustaría oírle, si cuenta en su repertorio, el famoso ‘gato chileno’.”
También “El Nervión” del jueves 9 del mismo mes e febrero de 1928 dice del espectáculo de la noche anterior, haciendo solamente referencia a Gardel y sus guitarristas. La columna titulada De Teatros tras un breve comentario: “Campos Elíseos. Debutó anoche en este teatro Carlitos Gardel, conocido cantor de aires argentinos, que obtuvo un lisonjero éxito.”
“Gardel pone en sus canciones el sentimiento y ternura precisas para dar mayor carácter a sus melodías.”
”Carlitos fue muy aplaudido, así como los dos guitarristas que lo acompañaron.”
“Completó el programa una bonita e interesante película.”
Como se puede observar, los críticos no se ponían de acuerdo en la calidad de la película exhibida. Donde sí lo hacían era en la indiscutible profesionalidad de El Morocho y de sus acompañantes Barbieri y Ricardo.
Como se ha dicho antes, Carlitos actuaba como “fin de fiesta”, es decir después de la proyección de una cinta que se daba en las dos secciones a excepción del domingo, en que eran tres las secciones.

TERCERA PARTE (Club de Tango N° 59 - Marzo-Abril 2003)
EL IMPACTO GARDEL EN SUS PELÍCULAS

He encontrado una interesante y demostrativa declaración del Sr. Jacinto Gómez Tejedor al autor de “Los cines de Bilbao”, Sr. Alberto López Echevarrieta, y que reproduzco por considerarla excepcional como documento por alguien que estuvo en la sala de proyección, el Teatro Buenos Aires, de Bilbao, el 9 de diciembre de 1931.
Se refiere a “Luces de Buenos Aires” y dice así: “En dicha película el tango más destacado y el que luego se haría más popular, era el titulado Tomo y obligo’. Se lamentaba el protagonista, ante la mesa de un café, del abandono de su ‘pebeta’. El rostro de Gardel aparecía en primerísimo plano durante toda la escena, y su voz cálida y acariciadora llenaba la sala, que escuchaba en un silencia casi religioso. Algunas jovencitas hasta lloraban.”
“Al terminar el tango, el público prorrumpió en una ovación atronadora. Y tanto duraban los frenéticos aplausos impidiendo oír la continuación del filme que éste se paró y se encendieron las luces de la sala.”
“La masa, enardecida, pedía su repetición… La empresa no tuvo más remedio que ordenar a la cabina el rebobinado de la cinta y volverla a la escena del susodicho tango que fue nuevamente proyectada.”
Ramón Gómez de la Serna en su “Interpretación del Tango”, narra un episodio similar (la misma película, el mismo tango) del que fue testigo presencial en un cine de Madrid.

LOS CINCO DÍAS DE DONOSTIA – SAN SEBASTIÁN
El trío se despide triunfador de Bilbao y se dirige a la capital guipuzcoana, San Sebastián, en vasco, Donosita. El Teatro del Príncipe de la bonita ciudad marítima es quien se prepara para recibir a los esperados huéspedes.
El miércoles 15 de febrero de 1928 se produce la presentación de Carlitos, Ricardo y Barbieri.
Como vemos, desde la despedida de público de Bilbao, lunes 13, y la presentación ante el soberano de San Sebastián, lo separan escasas 48 horas. Si bien la distancia que separa ambas capitales provinciales del País Vasco es de solamente 120 km., siempre es agitado hacer y deshacer valijas, ensayar aunque sea lo mínimo, descansar algo y también hay que situarse en la época en que suponemos que los traslados serían por tren o en automóvil por las plazas donde debía cumplir sus compromisos artísticos.
Y ya sabemos con que profesionalidad y seriedad artística cumplía Carlitos con el público, los empresarios consigo mismo.
Así las cosas, los invito ahora a pasar revista, con la ayuda de los diarios donostiarras, a los cinco días que actuaron en Donosita – San Sebastián.
En “La Voz de Guipúzcoa” del martes 14 de febrero de 1928 encontramos un anuncio en la página 2 en el que se lee: “Teatro del Príncipe. Hoy miércoles – tarde y noche. Presentación ante nuestro público de Carlitos Gardel. Inimitable intérprete de tangos y canciones argentina”. Hay un error evidente, el martes se publicaba el aviso del día siguiente. Reparando la pifiada, en la página 6 de la misma edición y ya en forma de comentario se lee lo siguiente: “En el Príncipe. Mañana miércoles, es el debut de Carlitos Gardel. Mañana será su presentación ante nuestro público y en el Teatro del Príncipe, el célebre intérprete de canciones argentinas Carlitos Gardel. Hemos dicho célebre pero más acertados estaríamos en la apreciación si en vez de ello le llamáramos inimitable. Porque en esta modalidad de tangos, Carlitos Gardel viene procedente del teatro Campos Elíseos, de Bilbao, donde está actuando a teatro lleno, con un éxito extraordinario.
Gardel trae consigo varios guitarristas que le acompañan en sus canciones. Todos ellos son muy notables.
La presentación de Gardel va a ser para nuestro público una verdadera sorpresa.”
Como se puede apreciar, el autor de la nota lo menciona como si aún estuviera actuando en Bilbao, cuando lo cierto es que el día anterior a la edición del martes, Carlitos había dados los “hurras” y se había marchado con sus muchachos, con la guitarras a otra parte. Siempre el mismo rotativo, el miércoles 15, es decir el día de la presentación de El Morocho y sus guitarristas, decía en un artículo aparecido en la página 2: “En el Príncipe – Hoy debuta el genial cantor argentino Carlitos Gardel. Hoy miércoles, es el día señalado para su debut en el Príncipe, del genial cantor argentino Carlitos Gardel, que llega a nosotros procedente del teatro Campos Elíseos, de Bilbao, donde ha actuado por espacio de siete días con un éxito extraordinario: éxito artístico y económico, ya que a la satisfacción con que el público bilbaíno le acogió, hay que añadir la serie de llenos registrados durante todos los días de actuación del referido artista.”
“Carlitos Gardel está considerado como el mejor intérprete de las canciones y tangos argentinos. Hasta la fecha nadie mejor que él ha sabido cantar esas canciones que en una época, no muy lejana todavía, eran la máxima atracción. Tanto es así que los tangos, ya casi en decadencia, han vuelto a resurgir, mejor dicho a interesar al público, desde la aparición en los escenarios de Carlitos Gardel.”
“Carlitos Gardel nos dará a conocer un vasto y muy selecto repertorio de canciones y tangos argentinos, en muchos de los cuales se hará acompañar por prestigiosos y notabilísimos guitarristas.”
“El debut de Carlitos Gardel ha despertado viva curiosidad. Como por otra parte se han señalado precios muy económicos, puede asegurarse que hoy se verá concurridísimo, tal vez lleno el Príncipe.”
También en la página 10 del mismo día del debut, estaba la obligada referencia en Cartelera de Espectáculos y aprovechando la presencia en Donosita – San Sebastián de los artistas, se promocionaban sus discos eléctricos por la casa C. Díaz, de la Avenida 3. La página 8 repetía el mismo anuncio del día martes.
Al día siguientes, es decir pudiendo ya hacer una crítica después de haber escuchado y visto a El Zorzal y sus guitarristas, “La Voz de Guipúzcoa”, nuevamente en su página 2, con comentarios del mundo del espectáculo, en la columna 4, arriba ala derecha, decía: “En el Príncipe. Un éxito rotundo de Carlitos Gardel. Presentóse ayer en el escenario del Teatro del Príncipe, Carlitos Gardel, que con tanta fama venía precedido, fama que dicho sea de paso, quedó ayer firmemente comprobada.”
”Carlitos Gardel, que es autor de la mayoría de las canciones que interpreta, constituye un número de singular atractivo, pues además de poner gran pasión en su trabajo es un excelente tocador de guitarra, instrumento con el cual se acompaña en sus tonadas, y sobre todo les da un matiz menos dulzón y cansino, por el contrario, más vigoroso y real de los que nos tenían acostumbrados los intérpretes de aires argentinos que antes ha desfilado por nuestros escenarios. No nos equivocamos, pues, al adelantar que Carlitos Gardel era algo muy distinto, algo muy superior a todos cuantos cultivadores del mismo género hemos conocido.”
“Con Gardel actúan, a guisa de acompañamiento, dos profesores de guitarra notabilísimos en extremo.”
“El espectáculo Gardel es de un interés grandísimo. Así lo entendió el público congregado en el teatro que ovacionó al extraordinario intérprete de las canciones argentinas.”
“El éxito de Carlitos Gardel fue entusiasta. No pudo ser más afortunado el debut. Satisfecho de él pueden hallarse el artista y la empresa.”
“A juzgar por la calurosa acogida dispensada al referido artista, puede adelantarse que actuación será pródiga en triunfos y en entradones.”
“Para esta tarde se anuncia una función homenaje a Eusebio Blasco. Como fin de fiesta actuará Gardel. Por la noche, después de estrenada la interesante cinta ‘La rue de la Paix’, actuará Gardel con un nuevo programa.”
Este comentario se parece demasiado al aparecido en “La Gaceta del Norte” de Bilbao, con motivo de su debut en aquella ciudad. Es más, hay una parte del mismo que es copia fiel de lo dicho en “La Gaceta…”No sé si sería el mismo comentarista en ambos casos o copia lisa y llana para no exprimir demasiado las meninges. ¿Serán cosas del oficio?
Pie de página 3, siempre en el mismo diario, con un anuncio: “Teatro Príncipe. Éxito creciente del sin rival cantor argentino Carlitos Gardel. A las seis y media y diez y cuarto: nuevo repertorio.”
El domingo, otra publicidad en la página 10, anuncia la despedida de El Cantor y sus guitarristas con tres funciones: a las cinco, siete y diez y cuarto. La película era “Bautismo de fuego”.
A diferencia de Bilbao, en San Sebastián se publicaban pocos diarios.
Otro de ellos, archivado en microfilm en la Biblioteca Central de Donosita, “El Pueblo Vasco”, el martes 14 de febrero publicaba un aviso en que decía que al día siguiente se produciría la presentación de Carlitos, “inimitable intérprete de tangos y canciones argentinas”. Igual al día sucesivo y siempre en columnas con el epígrafe “Espectáculos”. Esta vez los adjetivos eran “genial y sin rival cantor argentino”. El jueves los consabidos insertos con su actuación y los horarios de las mismas y por fin el viernes 17 hallamos el comentario que va a continuación: “En el Príncipe. Éxito creciente de Carlitos Gardel. El triunfo resonante que el día de su presentación obtuvo el genial cantor de las canciones argentinas Carlos Gardel, se confirmó ayer de manera rotunda. Al igual que el día anterior, Carlitos Gardel fue ovacionado con verdadero calor y entusiasmo. Y es que nos hallamos ante un artista que, en su género, es inimitable. Carlitos Gardel, lo mismo en la función de la tarde, la del homenaje a Blasco, que en la de la noche, deleitó al público con un selecto repertorio de tangos y canciones argentinos, muy finos.”
“Carlitos Gardel es una atracción tan notable que será vista por todos, y por muchos, más de una vez. Las canciones argentinas interpretadas por Gardel merecen ser oídas por todos. Para hoy, viernes, se anuncian dos funciones. En ambas se estrenará, en primer lugar la fina comedia de la Paramount “Nerton en Cinelandia”, creación de Viola Dana; y a continuación actuará Carlitos Gardel con nuevo repertorio.”
Y más abajo, esta vez comentando brevemente la función de homenaje a la memoria del autor teatral Eusebio Blasco, el periodista termina el artículo mencionando a Carlos Gardel poniendo el broche de la velada. Y el domingo 19 de febrero, la publicidad del Teatro del Príncipe nos pone en conocimiento de las funciones del día a las “cinco, siete y diez y cuarto, despedida de Carlitos Gardel” (en caracteres destacados) y abajo, en letras pequeñas, el estreno de la película “Bautismo de fuego”. Esto nos vuelve a poner de manifiesto que eran “El Mudo” y sus guitarristas, los verdaderos imanes para atraer al público y no la cinta en sí.
Gracias a la gentileza de la Sra. Susana Soto, Directora de la Biblioteca Central de Donosita, que me permitió acceder a la consulta del diario “País Vasco”, que como no está pasado a microfilm, solo es posible hacerlo con autorización expresa, pude extraer otros testimonios de la actuación del artista en San Sebastián.
Así se expresaba el citado diario después del debut de Carlitos, Ricardo y Barbieri en el Teatro del Príncipe en su edición del jueves 16 de febrero de 1928 en la página 4: “EN EL PRINCIPE – Un éxito rotundo de Carlitos Gardel. Presentóse ayer en el escenario del Teatro del Príncipe, Carlitos Gardel, que con tanta fama viene precedido, fama que dicho sea de paso, quedó ayer firmemente comprobada.
“Carlitos Gardel que es autor de la mayoría de las canciones que interpreta, constituye un número de singular atractivo, pues además de poner gran pasión en su trabajo, es un excelente tocador de guitarra, instrumento con el cual se acompaña en sus tonadas y sobre todo, les da un matiz menos dulzón y cansino; por el contrario, más vigoroso y real del que nos tenían acostumbrados los intérpretes de aires argentinos que antes han desfilado por nuestros escenarios. No nos equivoquemos, pues al adelantar que Carlitos Gardel era algo muy distinto, algo muy superior a todos cuantos cultivadores del mismo género hemos conocido. Con Gardel actúan a guisa de acompañamiento, dos profesores de guitarra notabilísimos en extremo.”
”El espectáculo Gardel es de un interés grandísimo. Así lo entendió el público congregado en el teatro que ovacionó al extraordinario intérprete de las canciones argentinas.”
“El éxito de Carlitos Gardel fue entusiasta. No pudo ser más afortunado el debut. Satisfecho de él pueden hallarse el artista y la empresa.”
“A juzgar por la calurosa acogida dispensada al referido artista puede adelantarse que su actuación será pródiga en triunfos y entradones.”
“Para esta tarde se anuncia una función homenaje a Eusebio Blasco. Como fin de fiesta actuará Gardel. Por la noche, después de estrenada la interesante cinta “La rue de la Paix”, actuará Gardel con un nuevo programa.”
Cualquier similitud con comentarios anteriores es pura coincidencia…
Y para no abrumar con datos y fechas que ya se había citado más arriba, aparecidas en “La Voz de Guipúzcoa” y “El Pueblo Vasco”, también “EL País Vasco” publicita desde el martes 14 la presentación de “El Mudo” y sus acompañantes, en la página 3. Y así hasta la despedida del del día 19, donde canta en las tres funciones de las cinco, siete y diez y cuarto de la noche, siempre después de la proyección de la película.
Y así, con un gran triunfo, terminaban su actuación en la capital guipuzcoana, la embajada artística argentina que dejó un imborrable recuerdo en los afortunados asistentes al evento.
Como ya quedó dicho al comienzo del presente trabajo, esta sería la despedida del trío del País Vasco.
Posteriores compromisos en Europa y América los llevaría por varios países donde el suceso los acompañaría permanentemente, en muchos casos con un público delirante.


ÚLTIMA PARTE
(Club de Tango N° 60 - Mayo-Junio 2003)
SANTANDER – DESPEDIDA DEL NORTE IBÉRICO

Luego de da haber sido anunciada la presencia de Gardel en los distintos medios de prensa que aparecían en esta ciudad marítima, para el miércoles 22 de febrero de 1928, es recién al día siguiente que se lo ve en el escenario del Gran Cinema, acompañado de por las guitarras de Ricardo y Barbieri.
Así consta en la edición del día 22 de “La voz de Cantabria”: “Gran Cinema”. El debut de Carlitos Gardel”.
“La empresa del Gran Cinema nos comunica para que lo hagamos constar, que este afamado cantor argentino, intérprete genial de los tangos y canciones criollas, cuyo debut estaba anunciado para hoy, en atención a compromisos ineludibles que cumplir en San Sebastián, retrasa un día su presentación en Santander la cual tendrá efecto definitivamente el jueves 23.”
”Existe gran expectación por escuchar a GARDEL, que en su tournée por España viene cosechando tantos aplausos y no dudamos que su debut en el Gran Cinema será un éxito más que el distinguido artista añadirá a la larga lista de los que viene conquistando.”
El día del esperado deber, en la página 6, el mismo diario publica una foto de “El Mudo” con la siguiente leyenda: “Carlitos Gardel. Afamado cantor argentino, genial intérprete de los tangos y canciones criollas, cuyo debut tendrá lugar definitivamente hoy en el Gran Cinema”. Al lado de la foto, el Gran Cinema anuncia la película “Frivolidad”, a las seis y cuarto de la tarde hasta las diez “y como fin de fiesta de debut de Carlitos Gardel, eminente cantor argentino, genial intérprete de los tangos y canciones criollas y artista PREDILECTO DEL PÚBLICO ARISTOCRÁTICO”, y adelantaba el programa de día siguiente con el film protagonizado por Jackie Coogan “Chiquilín”, Juanito córtate el pelo” y segunda actuación de Carlitos Gardel. Pero es el domingo 26 de febrero en que “La voz de Cantabria”, ya habiéndose despedido Carlitos y sus muchachos la noche anterior, publica un sabroso comentario, quizás el más original, además del más extenso y escrito con más pasión. Lo firma Eugenio Cortiguera en la columna “Figuras de actualidad. Carlos Gardel y sus canciones criollas”.
Lo reproduzco en su totalidad porque creo que vale la pena:

“Soy el ruiseñor cantor
Que a la música escuchando,
Lo más lindo y lo mejor,
Voy con mi sonrisa cantando.
Soy también el payador
Del lastimero cielito
Que al compás de un estilito
En horas negras, sin calma,
Saca penas del alma
Y la tira al infinito…

“Repito con el poeta, y así es Carlos Gardel, criollo de pura cepa y el mejor de los intérpretes del alma de la canción argentina, de quien hace poco leí en uno de los diarios de la corte su actuación entre el público madrileño y sus triunfos definitivos al interpretar las típicas canciones criollas y los tangos argentinos, o, por mejor decir, porteños.”
“Inmediatamente hube de recordar los éxitos de este muchacho, que se sucedieron sin interrupción en los principales teatros y salones de Buenos Aires y en todas las restantes ciudades de la inmensa nación argentina. Pero lo que más vivamente acudió a mi memoria fueron los últimos días de su actuación en tierras del Plata, en el espléndido “Cinema Astral”, y a poco de ser este inaugurado.”
“Fue en agosto último, en el rigor del duro invierno argentino, cuando Gardel contaba sus exhibiciones por otros tantos llenos rebosantes, siendo él el tema de casi todas las conversaciones, cuando éstas se apartaban, siquiera por breves momentos, del vil prosaísmo de los negocios, para dedicar un rato de amena charla a comentar las últimas novedades teatrales, recreo imprescindibles de un espíritu que completa su vida entre las páginas llenas de números de un Libro Mayor o una registradora “Nacional”, dejando con amor un prudente margen para escuchar, haciéndolas suyas las quejas de un bandoneón y las notas cálidas de una guitarra.”
“En la temporada de su actuación en el enorme local del “Astral”, dio a conocer entre los propios argentinos los tangos mejores entre sus escritos, haciendo suyo los mejores y más afortunados, en los que, como ego del poeta, pudiera repetir:

Donde delirios sonrientes
Brotar a millares vi,
Donde palpitar sentí,
Llenas de afecto profundo,
Cosas chicas para el mundo,
Pero grandes para mí.”

“Y empiezan a bailar en mi cabeza una deliciosa zarabanda tanguera: ‘Caminito’, ‘Barrio reo’, Araca… corazón’. ¡Adiós muchachos!, ‘Sueño azul’ y otros muchos que no terminaría nunca de enumerar, pero que nunca podrán borrarse de mi imaginación los suaves y cálidos matices que Gardel, con su voz prodigiosa, nacida para criollo y para cantar criollo, daba a sus tangos, vidalitas, zambas, chacareras, estilos criollos, etc. etc., que volviendo al poeta,

Aunque salen dispersadas
Y en completa confusión,
Salen con tanta pasión
Que retratan con mi anhelo
Un pedacito de suelo
Plantado en el corazón.”

“Gardel es el ídolo del público porteño, en su típico arte. Hablar de Carlos Gardel en Argentina es como hablar de Belmonte en España, cada uno en su arte y sin de él, pues ni a Gardel se le ocurriría vestirse de luces y pedir un par de Veraguas, ni Belmonte pretendería arrancase por pericones… Cada uno en su arte y separadamente, han conseguido la codiciada meta y son felices propietarios del ´ ¡no cabe más!’ el torero y del ‘¡no hay nada que hacer!’ el criollo.”
“Gardel, además, llega a España consagrado ya por el público porteño y argentino en general, habiendo sido juzgado por él antes que por otros públicos, más o menos profanos, en el arte que cultiva, y… nadie mejor que un porteño para juzgar un tango, y ningún juicio será más exacto, al escuchar una criollada típica que el de un correntino, el de un puntano, el de un entrerriano o el de un mendocino.”
“Y aquí, sin saber por qué sí por qué no, por no asistirme razones para ello, me viene a la memoria el nombre de otro cantor de tangos (¿), que visitó Santander en fecha no muy lejana, y que en Madrid, como se recordará, tuvo un éxito rotundo… Me refiero a Spaventa, y al escribir su nombre tengo la seguridad de que si Gardel lee estas líneas preguntará con la más franca ingenuidad –‘Y… ¿quién es Spaventa, ché…? Jamás lo oí nombrar, ¡qué querés!... Porque es en absoluto cierto que a Spaventa no hay quien lo conozca en parte alguna del territorio argentino; y me refería a ese respecto el doctor Ángel L. Sojo, director de “La Razón”, el más importante rotativo bonaerense de la tarde, que, en su último viaje a España y durante su permanencia en Madrid, pretendieron, con la mayor buena fe, darle una grata noticia sus compañeros de la prensa española, diciéndole: -¡Aquí tenemos a Spaventa, don Ángel…!; a lo que Sojo, con la mayor extrañeza pintada en su semblante bonachón y simpático, hubo de interrogarles: -Y… ¿quién es Spaventa?”
“La sorpresa de los periodistas españoles llegó a su colmo al observar la ignorancia del doctor Sojo. –‘¡No conocer a Spaventa, el mejor intérprete de tangos argentinos, que nació en la República del Plata!... ¡Inaudito!...”
“Spaventa jamás cantó en la Argentina los tangos que aquí nos hizo oír… Nadie en aquellas tierras maravillosas conoce a Spaventa, como no sean sus parientes más o menos cercanos. Spaventa no fue juzgado por la crítica severa ni por el público argentino, por el público de su arte, como lo ha sido Carlos Gardel, a quien no hay porteño, ni gallego, no gringo, ni provinciano que no conozca su nombre y haya admirado y aplaudido su arte; donde no hay gramófono, por humilde que sea, en que una mano blanca no haga dar vueltas un disco con una canción de Gardel, donde todas las estaciones emisoras de radiotelefonía se le disputaban para dar justo relieve y prestigio a sus programas, donde Gardel cosechó los mayores laureles cantando con la orquesta típica Razzano, formando la celebre e inolvidable para todo argentino razón artística “Gardel – Razzano”.
“Y aquí, al recordar los tangos que Gardel cantaba en el ‘Astral’ de la calle Corrientes, nos sería muy grato reverdecer aquellas veladas imborrables, pues tengo la seguridad de que habrían de gustar extraordinariamente al público escuchando ‘El amurado’, el ‘Calle Corrientes’, ‘Arrabalero’, ‘Pato’, ‘Noche callada’, ‘La cumparsita’, etc., etc., desconocidos todos del público santanderino. Esos tangos, que, sin ser en realidad argentinos, sino una canción puramente arrabalera, introducida por el inmigrante Italiano (el actual “compadrito”), de que están poblados casi en su totalidad los arrabales porteños, y que, evolucionando luego, “ambientada” ya casi en absoluto al carácter y costumbres porteñas, ha llegado al público español y ha gustado y gusta extraordinariamente, y más si es interpretada por Gardel, que actualmente hace las delicias de los aficionados montañeses.”
“Carlos Gardel e Ignacio Corsini son los ‘ases’ del tango y de la canción criolla que actualmente poseen el favor del público argentino, siendo Gardel, sin disputa posible, el mejor y mas fiel intérprete que tiene el alma criolla, exteriorizada en sus originales canciones.”
“OFRENDA: A Carlos Gardel, como las mas humilde de la ofrendas, al mejor de los cantores de las quejas y alegrías de un gran pueblo, del que guardo gratísimos recuerdos en memoria de su actuación en la montaña, uno de los mas bellos rincones de España, Madre Patria de la República Argentina.
EUGENIO CORTIGUERA
Santander y Febrero de 1928.”

También “El Faro” como no podía ser menos, anunciaba para el 22 de febrero la presencia de “el morocho”, en su edición del día 21 y días después insistía con el debut para el jueves 23 como lo refleja el mismo día de la presentación en su columna “Cinematografía” con estas palabras: “Como fin de fiesta actuará el eminente cantor argentino Carlitos Gardel, cuyo debut se verificará hoy, artista de estilo personalísimo y gran distinción, intérprete inimitable de los tangos y canciones típicas de su país.”
El programa del sábado, el día último de la actuación del trío viene anunciado el viernes 24 en “EL Faro” donde se incluían los nombres de los guitarristas, adjetivándolos de “afamados” José Ricardo y Guillermo Barbieri.
“El Diario Montañés” repite sus anuncios, como el miércoles 22 de febrero, la presencia de los esperados músicos, cosa que, como ya sabemos, recién se haría realidad el jueves.
Así lo decía el diario nombrado el mismo 22, como “Debut definitivo de Carlitos Gardel” para el día sucesivo y lo reiteraba en la misma edición en la sección “Espectáculos”.
El día del debut “El Diario Montañés” inserta en una de sus páginas interiores una foto, una de las más vistas quizás, una de las más hermosas, donde se aprecia su perenne sonrisa, sus dientes perfectos y portando el “gacho” que haría famoso en el mundo y al cual se le dedicaría unos de los tangos que Carlitos se encargo de inmortalizar: “Gacho Gris”.
El sábado 25 en el correspondiente anuncio publicitario, nos enteramos del precio de la entrada: “Butaca, una peseta”. Era, según el aviso, un precio popular y no sé su los días anteriores el precio fue el mismo.
Y así con “El Cantábrico” último de los diarios de aquel tiempo consultados en la biblioteca central de Cantabria en Santander, que no hace más que reiterar lo publicado en anuncios y foto del artista, lo que habían hechos sus colegas, dejamos esta reseña de la gira de Carlitos, Ricardo y Barbieri por el norte de la península.
Pero no sería ésta la última vez que “El Zorzal” estuviera en Santander. Y fue con motivo de la final del campeonato de fútbol de España entre la Real Sociedad se San Sebastián y el Barcelona F.C. que se enfrentaban en campo neutral. Esto era el 20 de mayo, domingo, de 1928. Sabemos de la amistad de Carlitos con los jugadores del Barcelona, sobre todo con Samitier, Piera, Sastre y otros.
La gentileza del señor Alberto López Echevarrieta que me facilitó los particulares de la presencia de Gardel en el estadio Sardinero aquella tarde, está refrendada por el poeta Rafael Alberti, también presente aquel día y que fue quien le comentó personalmente al señor López Echevarrieta, la asistencia de Carlos Gardel a la final del campeonato. Así dijo Alberti de Carlitos “causó la admiración de las señoras y señoritas presentes”.
Y ahora sí parece que Gardel se despide del público cantabro, que aquella memorable tarde deportiva contó entre sus asistentes a personalidades del mundo cultural y artístico de singular relevancia mundial.
Carlitos regresaría a Buenos Aires el 14 de junio de 1928 a bordo del “Conte Rosso”, finalizando así aquella gira llena de triunfos que había comenzado con su actuación el 12 de noviembre de 1927 en Radio Catalana de Barcelona.

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