Naipe
marcado
A. Grecco
Vayan
parando "El chamayo!',
van a cantar "Mano a mano",
"Lorenzo" y "El entrerriano",
payadores "De mi flor",
saldrá el "Sentimiento criollo"
enancao a "El pensamiento",
sobre "El flete" de "Un lamento"
que va buscando un amor.
Donde
te fuiste tango,
que te busco siempre
y no te puedo "hayar".
Te juro por mi vieja
que si no te encuentro
me pongo a "yorar".
Fui por Florida ayer
y por Corrientes hoy,
me han informado
que te habían piantado
con tu bandoneón...
Pero yo sé que vos
no aguantaras el tren,
"naipe marcado",
cuando ya es junado,
tiene que rajar.
Donde te fuiste tango,
que te busco siempre
y no te puedo "hayar".
Vayan parando "El chamayo!',
van a cantar "Mano a mano",
"Lorenzo" y "El entrerriano",
payadores "De mi flor",
saldrá el "Sentimiento criollo"
enancao a "El pensamiento",
sobre "El flete" de "Un lamento"
que va buscando un amor.
Terminaron
"La payada",
y "El taita", con su pericia,
pide a la "Pampa" "Felicia"
que se quite el "Zorro Gris"
y baile "Derecho viejo"
con el gran "Rodríguez Peña"
para que el "Alma porteña"
resurja grande y feliz.
Nelly
H. Bates y L. Bates
Nelly,
Nelly, te quiero;
tuya sólo es mi vida,
y esta canción con carbón
mi querer va a repetir.
Cuando miro tu boca,
Tiemblo, Nelly querida,
y ebria por ti sale loca,
Nelly, mi cielo de amor.
Mi
pasión, mi sentir, mi querer,
con tus besos, quisiera juntar,
y en la copa de la vida,
y en la cena del amor, poder beber
de tus gracias los encantos
de mujer sensual sin par ni igual;
y esa orgía poder prolongar,
y morir satisfecho de amar,
y en los cielos ante Dios decir:
¡Pecamos, Señor,
pero fue sólo de amor!
Nelly,
Nelly si fueras
mía sólo un momento,
la gloria de tu rubor,
pusiera en ella mi honor;
pura rosa de fuego,
sólo, Nelly, bastara
para encenderla, mi cielo,
una frase de amor.
Nena
J. Bazán y C. Ortiz
Feliz
yo quiero recordar
mi piba, los ratos que alegre pasé
y por tu cariño en que yo puse fe.
Tus besos mi vida voy a endulzar,
recuerdo que hubo una canción,la que a cierta distancia me hacía
repetir.
Pues mucho a la piba llamó la atención
y uno de sus versos comenzaba así:
Nena, no seas tan mala,
Nena, me vas a matar,
Nena, vení dame un beso,
Nena, no te hagas rogar.
Venga, que aquí está su negro,
Venga, déme un apretón,
Venga, tuyo es mi cariño,
Venga y mi corazón.
Mas
el momento ya pasó
y un día maldito sin decir porque,
mi linda pebeta de casa se fue
y sólo, muy sólo, a mí me dejó.
Llevó la ingrata mi querer
y hoy vivo amargado, todo es ansiedad!
Cantando aquel verso en mi soledad
conservo el recuerdo del tiempo de ayer.
Nerón
J. C. Millán, E. Iribarne y M. Valdez
De
la roba de Nerón quise bajar
todo el panto de su imperio de placer
y a un exótico concurso presentar
con las tibias y tus gracias me quede
al libar en esos labios de coral
mujer te quise odiar
más no puedo explicar
por que falte tu amor
voy hacia ti mujer
maldigo este amor
porque me causa horror
la infamia de su ayer
y el beso de mujer
rico sabio y hasta artista puedo ser
mi fortuna o gloria pide tu ambición
criminal si tu me incultas a caer
cualquier cosa vida revela mi pasión
un imperio conquistara por tu amor
para hacer a su vasallo sucumbir
rebuscando lo sublime en el dolor
lo incendiará para verte sonreír
mujer acude a mí
que estoy loco por ti
si me enseñaste a amar
también sabré olvidar
tus labios de coral
tu sabia excepcional
en el calma mi ser
de mi ideal mujer.
Nido
de amor
J. A. Carusso y S. Castriota
Tengo
con ella una casita
que es una alhaja,
dos piecesitas que son
como dulce esperanza,
flores lindas como ella
que juegan con el sol,
tengo con ella una casita,
que es un nido de amor.
Todos
los días temprano
viene a besarnos un rayo de sol,
nido de amor que yo llegué a formar,
tan sólo para amar
con toda mi pasión;
nido de amor donde puedo vivir
con toda la ilusión
de un puro amor feliz.
En
ese nido vivo añorando
tristes recuerdos,
hoy que siente mi alma
la nieve del invierno,
mi juventud perdida
en medio del placer,
en ese nido vivo la vida
feliz con mi mujer,
Y
es para mí ese nido
un sagrado rincón:
días de dulce calma,
tengo en el alma y el corazón,
y hay tanta dicha,
y tan tierna pasión,
que no hay otro nido,
como ese lindo nido de amor.
No
le digas que la quiero
E. Delfino y A. Vaccarezza
Suena,
tango quejumbroso,
compadrón y callejero,
como suena en la tristeza
mi abatido corazón,
y si ves a mi querida,
no le digas que la quiero
porque ya me da vergüenza
de pensar en su traición.
Suena,
tango, y si con otro
ves que baila a tu sonido,
no le digas que me viste
tu rezongo acompañar:
yo no quiero que ella sepa
las angustias que he sufrido
y que desde aquella tarde
no hago más que sollozar.
Tango,
melancólico testigo
y el único amigo de mi soledad;
tango, en las vueltas del destino,
quizá en mi camino la vuelvo a encontrar.
Pues
entonces, sin rencores
ni deseos de venganza,
mi perdón le dará abrigo
y el lamento musical
de este tango hecho a jirones
de dolor y de esperanza
será el grito que la acuse
de haberme hecho tanto mal.
No
llore viejita
J. Aparicio y J. A. Scarpino
Pobre
viejecita, que llorando esta
por la mala hija que no volverá. . .!
Huyo de su lado tras un falso amor
y hoy la pobre madre muere de dolor.
Viejecita buena, deja de llorar;
que la que se ha ido ha de retornar..
Por la misma puerta por donde salio
ha de entrar un día a pedirte perdón.
Añora
esos días de felicidad
muy cerca de aquella que nunca vendrá
cuando la besaba con todo su amor
y la acariciaba con loco fervor
Y los días pasados en el dulce hogar
Junto a la que un día la pudo dejar
sin ver de que al irse tras de aquel querer
destrozo la vida a quien le dio el ser
Y
una triste tarde, muy cansada ya
de esperar en vano la que no vendrá,
cerró aquellos ojos, dejó de llorar,
y al cielo la pobre se fue a descansar...
Y la santa madre, que tanto espero
la vuelta de aquella que nunca volvió,
en su pobre lecho, antes de morir,
a tan mala hija supo bendecir.
No
llores más
R. y A. Gutiérrez del Barrio
Nunca
creí verlo llorar,
venga a mi lado mi hijito,
verá como su abuelito
va a saberlo consolar.
No sea así, que es un dolor
verlo llorar a sus años,
a su edad los desengaños del amor
tienen igual vida que una flor.
Vamos, calmase y no me llore más
y escúcheme bien:
todo pasa en la vida,
todo muere y se acaba.
El tiempo enceguecido
llevaba cien almas
y sólo un gran tormento
nos quedaba adentro del corazón.
Pero
algunas veces,
de este horrible y cruel sufrir
nos queda algún recuerdo
que se enrosca en nuestro pecho
y no nos deja vivir.
Creeme a mi, que yo al hablar
lo hago por experiencia,
que la vida es una ciencia
muy difícil de estudiar.
Pero al sentir una pasión
esa ciencia se oscurece
y la vida se parece al corazón,
algo que no tiene solución.
Vos creeme a mí
porque yo al hablar
todo eso sufrí.
Pobre
del que se abate
y hace lo que hacés vos,
pobre de aquel que llora
y llora por amor.
Pobre, porque si vida
será sólo un gran dolor;
lucha, lucha mi hijito,
desecha esa pasión,
arráncala de tu pecho
aunque sientas que con ella,
te arrancas el corazón.
No
me tires con la tapa de la olla
A. Vacarezza y A. Scatasso
No
me tires con la tapa de la olla
porque se abolla,
porque se abolla.
No
me tires con la tapa'e la tinaja
porque se raja,
se va a rajar.
Si se abolla yo te abollo.
Si se raja yo te rajo.
Si se rompe, yo te rompo
de un trompazo la nariz.
No
te engañes corazón
R. Sciammarella
No
te dejes engañar corazón
por su querer, por su mentir,
no te vayas a olvidar
que es mujer y que al nacer
del engaño hizo un sentir,
miente al llorar
miente al reír,
miente al sufrir y al amar;
miente al jurar falsa pasión
no te engañes, corazón.
Me
apena verte con ella del brazo
si a mi me dio el esquinazo
a vos que no te dará;
oime, yo que soy tu amigo viejo
quiero darte un buen consejo...
largala y te convendrá.
Acaso
te llore, se desespere
y te bata que te quiere
viejo ardid de la mujer;
no creas, cómo a vos ha de quererte
si juró que hasta la muerte
solo mía había de ser.
No
te dejes engañar, corazón
por su querer, por su mentir;
no te vayas a olvidar
que es mujer y que algún día
te podrás arrepentir,
y has de llorar
con gran dolor,
se ha de burlar de tu amor;
no te olvides
que ella es mujer,
no te dejes convencer.
No
creas,
que es la envidia o el despecho
por todo el mal que me ha hecho
que hace que te hable así;
bien sabes,
que no hay envidia en mi pecho,
que soy un hombre derecho,
como soy y siempre fui!
No
te quiero más
J. Bauer
No
te quiero más
ni te puedo ver;
me dedico a la garufa,
ahora tengo otro querer...
La vida es así, qué le vas a hacer;
no quiero tener más penas
por culpa de una mujer.
Ya
no importa que te hagas bataclana
ni que me digas que tu amor es un misché
ni que me batas cuando vuelvo de mañana:
es un amigo y hay que seguirle el tren...
Olvidate por completo que he existido
y si la farra te lleva al cabaret
y allí me encuentras pensalo siempre
que ya no te puedo querer.
No
te quiero más como te quería.
Sabe Dios dónde estaráel metejón que te tenía.
Mi felicidadha vuelto a nacer.
Que tranquilo estoy ahora
que no volveré a querer.
Vos m'hijita, vas siguiendo un mal camino
que a la larga marcará tu perdición;
quien mal anda, mal acaba, y tu destino
torturará a tu pobre corazón.
Algún
día llorarás por los amores
que hoy altiva despreciaste sin pensar
en ese amigoque te quería
pero no te quiere más.
No
te quiero más.
Ni te puedo ver;
me dedico a la garufa,
ahora tengo otro querer...
La vida es así,
que le vas a hacer;
no quiero tener más penas,
por eso quiero beber.
Noche
de reyes
J. Curi y P. M. Maffia
La
quise como nadie tal vez haya querido
y la adoraba tanto que hasta celos sentí.
Por ella me hice bueno, honrado y buen marido
y en hombre de trabajo, mi vida convertí.
Al cabo de algún tiempo de unir nuestro destino
nacía un varoncito, orgullo de mi hogar;
y era mi dicha tanta al ver claro mi camino,
ser padre de familia, honrado y trabajar.
Pero
una noche de Reyes,
cuando a mi hogar regresaba,
comprobé que me engañaba
con el amigo más fiel.
Y ofendido en mi amor propio
quise vengar el ultraje,
lleno de ira y coraje
sin compasión los mate!
Que cuadro compañeros, no quiero recordarlo!
Me llena de vergüenza, de odio y de rencor.
De que vale ser bueno! Si aparte de vengarme
clavaron en mi pecho la flecha del dolor.
Por eso compañero, como hoy es día de Reyes,
los zapatitos el nene afuera los dejo.
Espera un regalito y no sabe que a la madre
por falsa y por canalla, su padre la mato!
Noche
fría
C. Gardel y J. Razzano
Recuerdo
que en las noches de invierno cruel
lo hallaba tendido en un umbral
al pobre errabundo que en la vida fue
motivo de burlas y de maldad;
nadie supo lo que ha sido,
nadie su mal conoció,
y el pobre viejo vencido,
triste, abatido siempre ambuló
sin encontrar para su alma
la ansiada calma que ambicionó.
Yo
sé que la tragedia
que derrumbó su hogar,
fue hija de la miseria
que acaba por matar;
es el drama que sufren
esos seres que se van
vagando por las calles,
sin techo, luz ni pan.
Y
fue una noche de esas
que llegué hasta su lado,
cuando quedé asombrado
ante la realidad,
al ver aquel mendigo
entre harapos envuelto
de frío se había muerto
junto a un viejo portal.
La
sombra fatal de su destino alzó
sendero de espinas a su vejez
y en todas la rutas de su mal halló
tan sólo desprecio por su ser;
y ante aquella desventura
que el pobre a mí me narró,
a veces se me figura
que la amargura lo derrotó
y se agolpa a mi memoria
la amarga historia que me contó.
Noches
de Atenas
H. Pettorossi
Tus
noches, Atenas, me hablan de amor,
cual una bella canción.
Tu hermosa luna,
con su fulgor,
acompaña mi dolor.
Fue
una noche de mi Argentina,
noche divina, de ilusión;
ella juró que me quería,
yo no pensé que mentía...
Le di, en un beso, toda mi alma
y traicionó mi corazón.
Hoy son tus noches, Atenas,
que me recuerdan su amor.
Tus
noches, Atenas, me hablan de amor,
cual una bella canción.
Tu hermosa luna,
con su fulgor,
acompaña mi dolor.
Y
así una noche de mi Argentina,
noche divina, de ilusión,
bajo un rosal, yo esperaba
a la que tanto adoraba.
Corrió una estrella... pedí que vuelva...
Pero ella nunca más volvió.
Hoy son tus noches, Atenas,
que me recuerdan su amor.
Noches
de Colón
R. L. Cayol y R.de los Hoyos
También
los goces que da el dinero
en otros tiempos los tuve yo
y en las veladas del crudo invierno
en auto propio llegue al Colón.
Por los gemelos acribillado
supe a las damas interesar,
mientras lucia desde mi palco
el blanco peto del rico frac.
A
que vuelve a mi memoria
la miseria a renovar
el recuerdo de otras horas,
si hasta el aire cuando pasa
trae la sorda risa helada de la que así me perdió!
Yo le di el amor más noble
y mi hogar, mi vida entera;
yo por ella perdí el nombre
y pensando solo en ella
fui de todo, hasta ladrón.
Los
paraísos del alcaloide
para olvidarla yo paladee
y así en las calles, como soñando,
hecho un andrajo me desperté.
En las grandezas que da el dinero
no pongas nunca tu vanidad,
que mi fortuna fue como un sueño
y traicionera mi realidad.
Cuanta
plata en las carreras
junto a ella deje yo!
Que de amigos en mi mesa
de mantel de puro hilo
que se fueron como el vino
que mi mano les brindo!
Son más crueles que el invierno
del destino los rigores...
Gran señor y pordiosero,
yo también tuve mis pobres
en mis noches de Colón!
Noches
de Montmartre
C. C. Lenzi y M. Pizarro
Muñequita
de lujo, labios pintados,
silueta dibujada con gran chique.
Viva tu madre ahijuna, parla italiano,
Montmartre es luz, es cóctel, torre Babel.
Abismo
del otario, puerto del vivo,
vidriera de los vicios sin mostrador,
donde se cambia el oro por las mentiras,
y se compra al contado el falso amor.
Montmartre,
Place Pigalle a medianoche,
Montmartre, cortesana en regio coche.
Los besos... del champán la ultima copa
la beberás en la boca, perfumada,
de la mujer de Paris.
Jazz bands y balalaikas, y bandoneones,
mil besos, mil mujeres, el carnaval
del mundo todo el año, corsos, pasiones
desata aquí en Montmartre, su bacanal.
En
tanto que en la oscura calle desierta,
recostada en la puerta de algún bistrot,
Mimi con hambre y frío, recuerda el viejo,
romántico Montmartre que ayer paso.
Montmartre,
Place Pigalle a medianoche,
Montmartre, cortesana en regio coche.
Los besos, el champán, la ultima copa
la beberás en la boca, perfumada, de la mujer de Paris.
Normiña
F. A. Capone y E. Armani
"Normiña,
papusa,
pebeta taquera,
milonga debute, que fuiste
flor de fábrica en Chiclana;
yo te desconozco,
no sos, como antes,
la muchacha linda y alegre,
con un cielo de amor en las orejas.
El
barrio aquel
ya te olvidó
y si volvés
es sin amor,
porque el placer
ya se esfumó
y tu virtud
se disipó.
Quién
sabe qué pena
te sacude, brava,
tal vez el brujo recuerdo
del cariño sincero de tata,
el pobre viejito
que borracho anda
buscando de Normiña olvido
para sus penas y para tu crueldad."
Noviecita
mía
A. Timarni y A. Polito
Noviecita
mía yo te quiero
con el cariño puro
de aquel que puso
en ti su corazón.
Eres
la esperanza de mi ensueño
y de mi amor, te amo
y te respeto como a Dios.
Noviecita mía soy tu esclavo,
por un capricho tuyo
mi vida yo ofrendaba con pasión.
Escucha, tesorito, mío
novia como tu, seguro que no hay dos.
Mi
pensamiento vive contigo,
eres mi diosa porque tu me inspiras,
me hicistes bueno con tus caricias
y a ti te debo la fuerza de vivir.
Con
tus palabras me serenastes,
tus dulces besos un laurel me brindan
,al lado tuyo, tierna es la vida
si así me tienes jamás podré morir.
Nubes
de humo
M. Romero y M. Joves
Fume,
compadre;
fume y charlemos,
y mientras fuma recordaremos
que con el humo del cigarrillo,
ya se nos va la juventud.
Fume, compadre;
fume y recuerde
que yo también recordare...
Con el alma la quería
y un negro día
la abandone!
Voy,
sin poderla olvidar,
atormentado por la pena.
Ella juro que era buena
y no la quise escuchar.
De nada sirve el guapear
cuando es honda la metida.
Pobrecita, mi querida!
Toda la vidala he de llorar!
Y
ahora, compadre,
arrepentido,
quiero olvidarla y no la olvido.
Si hasta parece
que ella se mece
entre las nubes de humo azul.
Fume, compadre;
fume y soñemos.
Quiero olvidar mi ingratitud
al ver hoy que, como el humo,
se desvanece la juventud.
Nunca
más
O. Lomuto y F. Lomuto
En
una noche de falsa alegría,
tus ojos claros volví a recordar,
y entre los tangos, el vino y la orgía,
busqué febril tu recuerdo matar.
Recordando mi dicha sin igual,
que a vos sola mi vida consagré,
pero ingrata te fuiste y en mi mal,
triste y solo cobarde te lloré.
Eras,
la ilusión de mi vida,
toda mi alegría y mi pasión,
mala, yo que te quise por buena,
en tus dulces labios nena,
me he quemado el corazón.
Linda, muñequita mimosa,
siempre, en mi corazón estás,
nena, acordate de la pena,
que me dio tu boca loca,
cuando dijo nunca más.
Entre
milongas y timbas vividas,
pasando van estas horas inquietas,
de penas lleno y el alma oprimida,
pálido el rostro como una careta.
Arrepentida nunca vuelvas a amar,
a pedir desolada mi perdón,
no olvidés que al decirme nunca más,
me dejaste mujer sin corazón.
Eras,
la ilusión de mi vida,
toda mi alegría y mi pasión,
mala, yo que te quise por buena,
en tus dulces labios nena,
me he quemado el corazón.
Linda, muñequita mimosa,
siempre, en mi corazón estás,
nena, acordate de la pena,
que me dio tu boca loca,
cuando dijo nunca más.
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